El Atlético opta por la estabilidad del banquillo

La nueva cúpula deportiva del Atlético de Madrid que encabezan Miguel Ángel Gil, el director general e hijo del presidente Jesús Gil; Clemente Villaverde, el director deportivo; y Miguel Angel Ruiz, el secretario técnico, han llegado a la conclusión de que la buena salud del equipo depende de la estabilidad en su banquillo. Un principio que choca con las maneras de Jesús Gil que registra diecinueve técnicos en sus siete años en el cargo. Ayer, el técnico Jorge D'Alessandro se marchó y Carlos Aguiar tomó el testigo hasta que venga el colombiano Maturana.Ahora mismo, hasta Gil está convencido de la necesidad de dar continuidad al técnico. Para conseguir que la idea se concrete en una realidad se han buscado todo tipo de fórmulas: ofrecer dos temporadas, una fuerte cláusula de indemnización en caso de despido... Todo, con tal de frenar el instinto tragaentrenadores del presidente. Al final, el acuerdo con Maturana es por un año de contrato y sin cláusula. El único obstáculo para un cese precipitado son los 100 millones de ficha del colombiano.

Una vez resuelto el nombre del próximo entrenador, el Atlético debe volcarse en la elaboración de la plantilla de cara a la próxima temporada. Maturana ha dado el visto bueno al fichaje del argentino del Sevilla Diego Simeone, por el que el Atlético ofrece 400 millones de pesetas más dos jugadores, Pedro y Ferreira. Éste último ha jugado esta temporada en el conjunto andaluz. Maturana también ha recomendado la contratación del brasileño Ronaldo e insinuado la de un colombiano habituado a su sistema, Leonel Álvarez.

Jorge D'Alessandro acudió ayer a las instalaciones del Vicente Calderón a despedirse de la plantilla. Ni siquiera dirigió el último entrenamiento. Una vez conoció que no renovaría, entendió que debía dejar al club al instante. Su segundo, Carlos Aguiar, cogerá al equipo en el tramo final de la temporada para dirigirle en los partidos que restan por disputar la Liga FORTA, el torneo amistoso con la que los clubes han tratado de compensar la prontitud con la que concluyó la competición oficial debido al Mundial 94.

Defensa de D'Alessandro

El técnico saliente no quiso polemizar con la decisión del club. "No hay un argumento claro", dijo, "para justificar una decisión de este tipo. Hasta cierto punto puede parecer un contrasentido que no me renueven, pero tengo que respetarlo".

D'Alessandro, con todo, se marchó enorgullecido por el trabajo realizado y la opinión favorable que de él tienen sus jugadores. "Me voy tremendamente reforzado. Mi llegada despertó dudas, pero todas se borraron. Me voy convencido de que mis ideas pueden ser verdad".

Los jugadores mostraron su contrariedad por la decisión del club de no renovar a su técnico. Uno de los más rotundos fue Manolo, quien dijo: "Me siento un poco raro. Triste por D'Alessandro e ilusionado por Maturana. Lo que más me afecta ahora es la marcha de D'Alessandro. Ha sido una decisión extraña porque tenía el respaldo de todo el equipo para continuar. Le avalaban los resultados. Llegó cuando el equipo estaba hundido y nos dio confianza, alegría y bueno conceptos futbolísticos. Superó la prueba con sobresaliente. Yo esperaba que siguiera".