El Consejo del Báltico discute la presencia de tropas rusas en la región

La reunión del Consejo de los Estados del Báltico, con la asistencia de ministros de 10 países, se inauguró ayer en Tallin, la capital de Estonia. El ministro de Exteriores ruso, Andréi Kózirev, llegó horas antes de esta conferencia de dos días para entrevistarse con el presidente estonio, Lennart Meri, y tratar el problema de las tropas rusas aún emplazadas en Estonia. Aunque el tema de los soldados rusos no está oficialmente en el orden del día, nadie duda de que será uno de los principales temas que discutirán los ministros de Exteriores de los 10 países Bálticos en su tercera sesión anual, que finaliza hoy.Rusia ya retiró sus tropas de Lituania y ha firmado una acuerdo para evacuar los 10.500 hombres que tiene en Letonia antes de septiembre. Sin embargo, no ha accedido todavía a retirar el contingente de unos 2.500 efectivos que quedan en Estonia. El problema se debe a la política discriminatoria que, según los rusos, aplica el Gobierno de Estonia respecto a los rusohablantes que viven en ese país.

Las leyes de ciudadanía e idioma adoptadas por el Parlamento estonio han convertido a los rusohablantes en personas de segunda categoría, opina Moscú. Además, los estonios no desean que los soldados jubilados permanezcan por ningún motivo en el país. Esta posición ha sido duramente criticada por el ministro ruso de Defensa, Pável Grachov.

Una serie de países que participan en la conferencia -que reúne a los ministros de Exteriores de Alemania, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Letonia, Lituania, Noruega, Polonia, Rusia y Suecia- hicieron declaraciones instando al Kremlin a retirar sus tropas para finales de verano. A estas voces se unió el lunes el jefe de la diplomacia británica, Douglas Hurd, quien insistió ante Kózirev en que los soldados rusos debían ser evacuados antes del primero de septiembre.

Kózirev reiteró ayer que Rusia no retirará sus tropas "hasta que el problema de los soldados jubilados se resuelva de una manera civilizada", pero después señaló: "Hay una buena oportunidad de encontrar una solución civilizada".