Marcos Merino se cree víctima de un montaje en el caso de las oposiciones

El vicesecretario general de los socialistas vascos, José Luis Marcos Merino, declaró ayer a la comisión que investiga el fraude de las oposiciones públicas en el País Vasco que su relación con una de las empresas implicadas se limitó a un asesoramiento altruista. El número tres del PSE no convenció a los comisionados, salvó a socialistas y PNV, que gobiernan en coalición. En el asalto a la sede de Osakidetza (Servicio Vasco de Salud) sólo fueron robadas 25.000 pesetas y una radio, aunque varias impresoras funcionaban cuando llegó el juez y puede haber desaparecido información sobre el sumario.

El dirigente socialista que se alojó a cuenta de la empresa Euro Appraisal, encargada de corregir los exámenes de los 50.000 opositores, en el mismo hotel que los presuntos autores del fraude en las pruebas de 1990, además de comer y cenar en varias ocasiones con sus directivos- dijo ayer que su único delito ha sido prestar un servicio "por la patilla" a todo el que se lo ha solicitado: "A empresarios, condes, pequeñas y medianas empresas, y otros que luego se han relacionado con el blanqueo del dinero de los secuestros de ETA" con el único objetivo de "defender el tejido industrial". Marcos Merino se definió como un experto autodidacto en empleo y Seguridad Social. "Me quieren perjudicar aseguré.El dirigente del PSE-EE fue reclamado por el máximo responsable de Euro Appraisal, Francisco Javier Abasolo -ahora preso en Francia por intento de estafa de 5.000 millones de pesetas-, para solucionar un problema de viabilidad económico-financiera. "Ésa fue mi labor", declaró, "y el único error fue dejar, muy a mi pesar, que pagaran la factura del hotel Tryp Ambassador".

El presidente de la comisión de investigación, Pablo Ruiz de Gordejuela, dijo al finalizar la comparecencia: "No me ha convencido". Sus explicaciones fueron acompañadas de una interpretación del fraude según la cual "alguien nos está tomando el pelo y encima anda con recochineo".

Explicaciones

Los socialistas pidieron ayer explicaciones a los gestores del Servicio Vasco de Salud sobre el asalto a la sede ocurrido durante la madrugada del domingo. A pesar de que dos vigilantes nocturnos patrullaron por la noche y hay un sistema de circuito interno de televisión, los asaltantes se movieron a placer en el edificio de la asesoría jurídica. Aparentemente, los ladrones sólo se llevaron 25.000 pesetas y una radio.Sin embargo las sospechas van más allá del simple robo, para situarse en la obtención de información que ahora se encuentra bajo secreto de sumario. Varias impresoras estaban encendidas cuando llegó el juez, precisamente las de algunos de los despachos en los que se encuentra la información que se entregó al magistrado hace unos 40 días, y que motivó el secreto de las actuaciones.

El juez que instruye el caso, Gregorio Álvarez, rechazó ayer los recursos de excarcelación planteados por los abogados defensores de los tres opositores detenidos el 13 de mayo pasado.

El juzgado, que mantiene secretas las actuaciones, estudia la posibilidad de pedir una comisión rogatoria para tomar declaración en París al máximo responsable de Euro Appraisal, Francisco Javier Abasolo. La comisión de investigación ha dejado abierta la posibilidad de trasladarse a París por la misma causa.

Por otra parte, la ejecutiva del PSE-EE no quiso revelar ayer, tras una reunión extraordinaria en Bilbao, qué medidas van a tomarse contra los cuatro militantes socialistas que están en prisión por el caso Osakidezta, informa Aitor Guenaga. El PSE hizo público un comunicado en el que se pide la comparecencia ante el Parlamento Vasco de los consejeros de Interior y Sanidad, Juan María Atutxa e Iñaki Azkuria, respectivamente, para que expliquen las "extrañas circunstancias" del asalto de la sede de Osakidetza en Vitoria y la "vinculación informativa generada entre lo ocurrido y la comparecencia de Marcos Merino".

Entre otros interrogantes, el PSE quiere explicaciones sobre la empresa responsable de la seguridad del edificio y que se responda por qué la sede de Osakidetza no estaba vigilada por la Ertzantza. Asimismo, el PSE quiere saber cuál fue la información que se facilitó a los medios de comunicación por parte de Osakidetza sobre lo ocurrido.