Música y versos de hoy

Interesante concierto el último de la Orquesta y Coro Nacionales, dirigidos por Enrique García Asensio, que nos sirvió, a modo de entrada, una brillante versión de la Obertura festiva, de Shostalcovich. Se trata de un infrecuente comienzo, lo que no sucede con las danzas de El príncipe Igor que clausuraban el programa.El nombre de Shostakovich aparecía, también, con su Concierto número 2, en sol, op. 129, de 1967. Dedicado a Rostropovich, lo interpretó uno de sus más importantes seguidores: Ivan Monighetti, un virtuoso extremado pero cuanto hace, sabe, puede y vence, lo pone al servicio de elevadas ideas artísticas. Con la buena colaboración del director y la orquesta, Monighetti hizo prodigios y su triunfo fue total y clamoroso.

En fin, tuvimos un estreno de Jacobo Durán-Lóriga (Madrid, 1958): Cántico de Mallick, sobre texto de Pedro Casariego (1955 1993) y escrito por encargo de la OCNE. Es obra que reafirma los dones y saberes de su autor, tanto en el pensamiento musical como en su realización, tan exacta y comprometida que pese al empleo de un narrador -que fue el excelente Rafael Taibo- y de partes corales habladas, no recibimos la impresión de recurso fácil. Por otra parte, el poema tiene tanta importancia en la cantata que gracias a ese narrador, quedó clarificada la intención y revalorizado el trabajo vocal e instrumental de Durán-Lóriga. Esta cantata posee la virtud de la concentración con lo que se salva cualquier posible tentación de espectacularidad sonora. Durán-Lóriga ha escrito su última obra con veracidad con movida y nos habla en un lenguaje independiente, directo y hondamente entrañado en el problemático poema de Casariego. Como la versión de Enrique García Asensio, la Orquesta y los Coros Nacionales tuvo claridad y buena armazón, el público pudo recibir el estreno de la manera más positiva.