"El Mesias" íntimo

Llegó El Mesías de Haendel al Auditorio Nacional de manos de Helmut Rilling, sus Gachinger Kantorei de Stuttgart y la Orquesta de Cámara de la Sinfónica de Sevilla. Se trata, probablemente, del oratorio barroco más popular.El Mesías tiene especial encanto, pues a sus valores melódicos, lírico-dramáticos y contrapuntísticos añade el de una excelente cohesión interna, lograda por la recurrencia de giros, ideas y temas concretos.

El Mesias es el gran oratorio de la luz y la cantabilidad; su textura es transparente y las voces elevan sus acentos y a veces dejan escapar una vaga melancolía. Sobre todo si canta una voz como la de la mezzosoprano Ingeborg Danz, artista extraordinaria y comunicadora, de las que imponen expectantes silencios en las salas. Su voz de precioso color y dominio técnico, así como la elevación del criterio y del estilo, nos proporcionaron grandes momentos.

Los compañeros de la mezzo exhibieron también muy grandes méritos: magnífico el tenor Stanford Olsen, vigoroso y expresivo, el bajo Richard Zeller, de voz afilada y expresión serena la soprano Audrey Luna; su trabajo, como el de los cantores de Stuttgart y la orquesta sevillana, gobernados por Rilling, cuajó en una versión preciosa, lejana de cualquier espectacularidad y concebida como música hondamente espiritual.

Guía musical

Bastan 17 voces masculinas, 26 femeninas, un buen cuarteto y los 33 profesores de la orquesta, para acceder a la verdad de Haendel y transmitirla como noticia nueva. Quizá sea éste el gran triunfo de Helmut Rilling, la razón por la que se ha convertido en uno de los guías musicales del gran público, muy especialmente el de los jóvenes. El éxito de ayer fue grande y las ovaciones intensas y mantenidas.