La trampa de Haití

El pasado martes, 600 soldados estadounidenses tenían que viajar a Haití para ayudar a la transición de un Gobierno militar al del presidente Jean-Bertrand Aristide. Su partida sufrió un retraso porque el Pentágono, intranquilo, quería "clarificar" esta misión. Las objeciones, según un portavoz del Departamento de Estado, han sido contestadas o denegadas y ya han sido enviadas las tropas que debían haber llegado a Puerto Príncipe el lunes pasado. Es una pena, porque su misión realizada de esta forma no funcionará. Los americanos van a Haití para, de una manera ostensible, ayudar a "entrenar" o "profesionalizar" a los militares haitianos. Tal y como se ha concebido esta misión, las tropas estarán poco armadas, si es que lo están, y no constituirán una fuerza de paz.Pero los que supuestamente van a ayudar no quieren ser entrenados. Son los mismos que negaron al padre Aristide la presidencia ganada en las primeras elecciones democráticas del país, los que le expulsaron hace dos años y han instalado el terror en Haití desde entonces. (...)

Castigados por Somalia, los estadounidenses deberían estar tentados de dejar a los haitianos resolver sus propios asuntos. Pero, a diferencia de los somalíes, los haitianos ya han elegido un Gobierno; simplemente les falta la fuerza para traerlo de nuevo a su país. (...) Las tropas de EE UU, indefensas, no deberían haber sido enviadas a ese nido de serpientes. (...)

12 de octubre