Torapeutas'

Llegaron a Nimes las figuras y a los toros les flojearon las rótulas. Los espadas tuvieron que convertirse en torapeutas, pero el milagro del toreo necesita toros enteros. Finito fue el más trabajador y, aunque un poderío como el suyo era un abuso, acabó por lograr que su primero embistiera. En el sexto, menos interesante, Finito cumplió.Joselito cuidó al segundo y ligó buenas tandas. Animado arrojó lejos el estoque y dio derechazos con sólo el estoquillador, es decir, como naturales. Mató bien. No así al quinto, al que pinchó cinco veces.

Juan Mora tuvo dos regalitos en penoso estado físico, y su brega fue tan voluntariosa como tartamuda. Para colmo propinó al cuarto una novena -sic- de descabellos. El público bramaba; pero si Nimes quiere que las figuras toreen toros, debe dejar claro que con una plaza de los Inválidos, en París, ya basta.

Lo mejor del día fue la novillada mañanera de Juan Pedro Domecq. Pedrito de Portugal toreó con inmensa delicadeza y obtuvo vuelta y oreja. El Madrileño (vuelta en ambos), faenas elegantes, pero mató sin brillantez. Abel Oliva, muy valiente, combinó tandas de lejos con encimismos: le dieron tres orejas.

Triunfo de Jesulín

Jesulín de Ubrique triunfó en la última corrida de la feria de Guadalajara, celebrada ayer, informa Efe. Se lidiaron cinco toros de José Luis Pereda, y tercero, sobrero de Manuel Camacho, flojos. Ortega Cano, aviso y silencio; aviso y división. Jesulín, silencio y dos orejas; salió a hombros. Manuel Caballero, vuelta y aplausos.Por otra parte, en Sevilla se lidiaron cinco novillos de Albaserrada y un sobrero de Rocío de la Cámara, desiguales, informa Antonio Lorca. Manolo Corona, ovacionado. José Luis Peralta, aviso y silencio; silencio. Sebastián Córdoba, silencio en los dos.