Holgada victoría laborista y avance centrista en las elecciones noruegas

Las elecciones celebradas ayer en Noruega dieron la victoria a los laboristas y a los centristas, que experimentaron un fuerte crecimiento, mientras la derecha, tanto en su versión moderada como extrema, sufrió un descalabro evidente. El Partido Laborista (socialista) de Gro Harlem Bruntland, que seguirá gobernando, ganará cinco escaños, y el Partido del Centro, 18, mientras los conservadores perdieron 9, y la extrema derecha, 11.

Los escaños en juego eran 165. La tasa de participación, considerada baja en la historia electoral de Noruega, fue del 76%, de los 3.200.000 electores convocados a las urnas. Cuando iba escrutado el 63,9% de los votos, el avance más espectacular de los comicios correspondía, tal como se preveía, al Partido del Centro, que dirige Anne Enger Lahnstein. De acuerdo con las primeras cifras, aumentará en un 9,5% y pasará, de tener 11 escaños, a disponer de 29, de forma que superará ligeramente al Partido Conservador, que se quedará con unos 28.El Partido del Centro, por tanto, pasa de ser un pequeño grupo a compartir el segundo lugar después de los laboristas, que tras los comicios dispondrán de 68 escaños en el Parlamento (Storting), al haber conseguido el 37,3% de los sufragios. Los centristas se caracterizan por su oposición al ingreso de Noruega en la Comunidad Europea (CE). La Alianza Electoral Roja (ex comunistas) entra en el Parlamento con uno o dos diputados. Por su parte, Izquierda Socialista pierde un 0,6%, lo que le supondrá entre uno y tres diputados menos.

En la derecha, el Partido Conservador sufre una derrota aplastante. Pierde el 4,7% de los votos y nueve diputados. El partido de la extrema derecha, llamado del Progreso, pierde 6,0% y la mitad de los 22 diputados que tenía. El Partido Liberal obtiene un diputado e ingresa de esta manera al Parlamento. En cuanto al Partido Popular Cristiano, perderá uno de los 14 mandatos con que contaba, de acuerdo a las primeras estimaciones.

Según los primeros resultados recogidos en la noche de ayer, Gro Harlem Brundúand continuará al frente del Gobierno con una evidente mayoría socialista, aunque todavía es prematuro saber cómo se reagruparán las fuerzas en el Parlamento. El tradicional esquema de bloques socialista y burgués ha quedado roto.

Sin duda el resultado de estas elecciones pondrá de nuevo sobre el tapete el problema de la posición de Noruega respecto a la CE, asunto que ha jugado un papel de primera magnitud pese a que los comiciones tenían por finalidad elegir el Gobierno de los próximos cuatro aflos y no para decidir sobre la CE.Reticencias comunitarias

Este problema seguirá determinando la situación política durante los próximos años; a ello debe agregarse que la caída del precio del petróleo ha provocado inquietud, ya que es un factor que puede retardar el incipiente auge de la economía noruega.

Los resultados determinan una situación de características muy particulares. Gro Harlem, partidaria del ingreso del país en la CE, ve respaldada su gestión por una votación muy favorable pero, al mismo tiempo, buena parte de los electores que la respaldaron ayer votarán presumiblemente en contra de la adhesión a la CE en el caso de que se realice un plebiscito, al igual que el electorado centrista. Si la decisión sobre este punto quedara en manos del Parlamento, todo indica que no se podría alcanzar una mayoría favorable al sí.

Los resultados de estas elecciones abren un panorama de incertidumbre en el escenario político de Noruega, que se ha visto trastocado por completo. No menos importante es la repercusión que estas elecciones, cargadas de un sentimiento de rechazo al ingreso, tendrán en la vecina Suecia, donde también existe una mayoría favorable al no a la CE. A tenor de los datos, esta mayoría es bastante más débil de la que demuestra tener Noruega.

Es de destacar que la emisión de los datos oficiales se vio retrasada sustancialmente a consecuencia de una avería que afectó a los sistemas de recuento electrónico dispuestos por las autoridades electorales. En cuanto a la participación electoral, que desde el año 1945 se sitúa en una horquilla que varía entre el 85% y el 76%, en esta ocasión descendió hasta el tope más bajo. Los resultados oficiales serán dados a conocer hoy.