Guerristas y críticos llegan a un principio de acuerdo para dirigir desde Andalucía la renovación del PSOE

El dividido socialismo andaluz llegó ayer a. un principlio de acuerdo para dirigir desde esa comuinidad el proceso de renovación del PSOE. En la reunión del comité director máximo órgano entre congresos- celebrado en Sevilla, guerristas y renovadores cedieron en sus posiciones para articular una propuesta conjunta, aprobada por unanimidad, con el fin de celebrar una macroconferencia regional sobre el proceso de renovación. El presidente autonómico, Manuel Chaves, rompió el silencio que tanto molestaba al sector crítico y defendió como modelo a seguir el marcado por Felipe González.

Si en algo coincidieron los dispersos grupos de renovadores y el aparato guerrista del PSOE andaluz es que ha de ser esta comunidad la que marque las pautas y las líneas de lo que debe ser el proceso de cambio. "El PSOE andaluz tiene que ser el eje de ese debate", subrayó el secretario general de los socialistas andaluces, Carlos Sanjuán, mientras que otros dirigentes pusieron el acento en que en este proceso no se hable "con otros lenguajes".Sanjuán llegó a la reunión, a la que asistieron cerca de 170 cuadros del partido, con una propuesta de resolución muy abierta, que no descontentó a la gran mayoría de los dirigentes, en la que integraba los argumentos de las distintas familias.

La ejeciativa presentaba como propia la idea de una conferencia regional sobre la renovación al mismo tiempo que atribuía al secretario general del partido, Felipe Gonzalez, los méritos del triunfo electoral. El nombre del vicesecretario general, Alfonso Guerra, no se cita en el documento y no fue empleado por ninguno de los 32 dirigentes que pidieron la palabra.Comisión redactora

La ejecutiva también recogía la creación de- una comisión redactora del documento base que debatirán las 940 agrupaciones locales andaluzas. Esta propuesta fue interpretada por algunos miembros del dividido sector crítico como 11 una cesiÓn", ya que entre las múltiples iniciativas que los renovadores habían anunciado en las horas previas al comité director figuraba una en la que se pedía una comisión de integración, con la nada oculta intención de crear una qjecutiva paralela a la establecida. La comisión redactora estará integrada por tres miembros de la ejecutiva regional (Amparo Rubiale, Antonio Claret García y Enrique Linde) y cuatro del comité director (entre ellos los críticos José Caballos y Cristóbal López Carvajal, y Carlos Navarrete y Martirio Tesoro).

Los renovadores más radicales presentaron una propuesta alternativa que, aunque sustancialmente coincidía con la de Sanjuán, insistía en aspectos más extremos, como celebrar cuanto antes del congreso federal.

Por primera vez en la reunión de este órgano, del que casi todos marcharon satisfechos, la mayoría de los dirigentes echaron un auténtico rapapolvo a Carlos Sanjuán por haber apoyado a un candidato distinto para presidir el grupo parlamentario al propuesto por Felipe González. La oposición de Sanjuán al nombramiento de Carlos Solchaga y su defensa de Eduardo Martín Toval dominó gran número de las intervenciones. Así, el ex secretario de Estado para la Cooperación, Luis Yáñez, advirtió que con esta actitud se había corrido el riesgo de "desestabilizar" al partido y al país.

El expresidente de la Junta José Rodríguez de la Borbolla subrayó que los principios de "cohesión, serenidad y seriedad" defendidos por Sanjuán como señas de identidad del proceso de cambio en el PSOE, se habían violentado a la primera ocasión al defender un candidato distinto al de González. El parlamentario andaluz José Caballos, que encabeza uno de los grupos críticos más activos, planteó la pregunta de qué hubiera pasado si esa candidatura alternativa hubiera resultado elegida: 'Trefiero pensar que no se han medido esas consecuencias", comentó.