Un incendio arrasa seis hectáreas en el Paraje Natural de las Marismas del Odiel

El incendio que se declaró en la tarde del pasado sábado en una zona de marismas interior del río Tinto, junto a la capital onubense, quedó sofocado a las 13.00 horas de ayer después de 18 horas. Un avión anfibio del Infoca procedente de la base aérea de La Parra en Jerez acabó con el último foco ya que las dificultades del terreno impidieron que los bomberos de Huelva pudieran acceder por tierra al lugar.Se han quemado unas seis hectáreas de vegetación marismeña en un lugar conocido como Las Yeguas, en el Paraje Natural de las Marismas del Odiel. El impacto ecológico que han tenido las llamas no ha sido grave porque la vegetación que ha quedado arrasada, jarzas y juncos, se suele regenerar rápidamente al tratarse de terreno marismeño.

Las causas del fuego que se inició sobre las 18.00 horas del sábado se, desconocen aunque los bomberos piensan que fue provocado. "La marisma arde varias veces al año y casi siempre es por descuidos o negligencias de los pescadores o cazadores que se introducen en estas zonas", dijo el sargento encargado del servicio del parque de bomberos, Francisco Carmona.

Intensa humareda

Las llamas provocaron una intensa humareda que se podía contemplar desde lejos debido a la humedad del terreno y a la vegetación que permanece muy verde en esta época del año.En las tareas de extinción participaron ocho bomberos submarinistas del parque municipal que utilizaron una zodiac y una motobomba, un retén del Infoca y tres personas de la administración forestal, además del avión anfibio que realizó 11 descargas de agua para acabar con las llamas.

Los bomberos tuvieron que suspender las tareas de extinción sobre las 24.00 horas del sábado debido a la falta de luz y a las dificultades del terreno que es muy pantanoso y con numerosas zanjas. "Las marismas son muy peligrosas y sobre todo por la noche. El barro les llegaba hasta el cuello y dos hombres pusieron en grave peligro sus vidas", dijo el sargento de los bomberos.

Aunque el último foco quedó apagado sobre las 13.00 horas del domingo, los bomberos permanecieron realizando labores de vigilancia por si las llamas se volvían a reproducir.