La campaña hace un alto en el hospital Clínico

La campaña electoral hizo ayer un alto no programado en el hospital Clínico de Barcelona, donde Julio Anguita, que ayer desayunó jamón dulce con pan integral y un café con leche, se recupera del infarto, aunque permanece todavía en observación por si se produce una nueva crisis.El vicepresidente del Gobierno y cabeza de lista por Barcelona del PSC-PSOE, Narcís Serra; el candidato a la presidencia del PP, José María Aznar; el cabeza de lista de CiU por la capital catalana, Miquel Roca, y el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, se desplazaron al hospital para interesarse por el estado de Anguita, al que no pudieron ver.

También telefoneó el presidente del Gobierno, Felipe González, quien conversó con Antonio Romero, cabeza de lista de IU por Málaga, que llegó ayer a Barcelona. González, según explicó Romero, quiso que se transmitiera a Anguita su deseo de que se recupere para que vuelva a la política y ofreció cualquier tipo de ayuda a IU.

Aznar, que realizó un viaje exclusivamente con tal fin, fue el primero en acudir al Clínico para expresar "el deseo de que se recupere cuanto antes" un político al que dijo "admirar y respetar". La ministra portavoz, Rosa Conde, calificó esta visita de electoralista. Aznar replicó diciendo que se trataba de un "acto de respeto".

Luego llegó Roca, que invitó a quienes "pensaban votar a Izquierda Unida" a que "voten a Izquierda Unida". El dirigente nacionalista coincidió durante su visita con Serra, que acudió al hospital acompañado del alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall. Serra expresó su deseo de que Anguita, que ha recibido centenares de telegramas de solidaridad, vuelva cuanto antes a la política y alentó "al resto de IU a que siga enipujando". También visitó el Clínico el cantante Joaquín Sabina.

La compañera del líder

Ninguno de estos políticos pudo ver a Anguita. Tampoco pudo hacerlo ayer por la mañana Antonio Romero, brazo derecho de Anguita, ni las personas del entorno de IU que acompañan a Anguita en la campana.El líder de IU solicitó a sus colaboradores las gafas para leer -"libros, no periódicos", precisaron-, algo que desaconsejaron los médicos. Solamente alternaban su presencia en la unidad coronaria Carmen Tirado, secretaria de Anguita, y el presidente de Iniciativa per Catalunya, Rafael Ribó, que recogió a las tres de la tarde en la terminal del puente aéreo de Barcelona a Juana Molina, compañera de Anguita. Muy afectada por lo ocurrido, Molina se desplazó a Barcelona en compañía de Francisco Frutos.