El Valencia entierra la romántica alternativa del Deportivo

JOSEP BLAY, El Deportivo comienza a despertar del sueño más feliz de su historia reciente. Su ariete José Roberto Gama de Oliveira, Bebeto, tampoco pudo hacer realidad el suyo propio: haber marcado goles a todos los porteros con los que se ha enfrentado en esta liga. El Valencia goleó al Deportivo y lo devolvió a la cruda realidad. Mestalla volvió a vivir una jornada de: fútbol del de antes, con un equipo adueñado del partido, haciendo y sin dejar hacer. Las palmas de los aficionados, esta vez, si que echaron humo.

El holandés Gutis Hiddink tiene una querencia especial por el carril izquierdo. Ayer alineó a Álvaro para que trabajase esa zona. Y por ahí se crearon las tres primeras ocasiones de gol. López Rekarte sacó el balón chutado por Arroyo en la misma linea de gol cuando apenas se llevaban disputados cinco minutos. Poco después, Liaño tuvo que lucirse por partida doble ante disparos de Alvaro y Arroyo. Y con la pierna izquierda de Penev llegaron los goles.

Arsenio Iglesias perdió el partido en el pitido inicial. El Valencia de ayer poco tuvo que ver con el conjunto que, en ocasiones, se ha paseado esta temporada en Mestalla. Puso ganas, inteligencia y arte. Presionaron al rival con férreos marcajes desde arriba. Robaron balones y crearon ocasiones. El Deportivo estuvo atado de pies y manos hasta que encajó el tercer tanto. No defraudó: convenció el Valencia. Los de casa jugaron con tres puntas, Eloy, Penev, Álvaro; y Fernando como cuarto hombre para facilitar la apertura de pasillos.

Las posiciones no estáticas de Eloy y Alvaro sembraron el desconcierto de la zaga visitante. Por detrás estaban los apoyos de Fernando, Tomás y Arroyo, mientras que Camarasa ejerció como pivote desde su propia linea defensiva. En la parte opuesta, Voro, Roberto (como defensa central), Camarasa y Giner no se dejaron marear por Claudio y Bebeto. Fran y Aldana comenzaron a conducir a su equipo tras el 3-0, nada más iniciarse el segundo periodo. Los carriles de Mariano y Nando no funcionaron.

Con la clara ventaja de cara los hombres de Hiddink se dedicaron a controlar el partido, ver las venir e intentar el contragolpe. La partida fue ganada, una vez más, por los de casa. En la segunda parte fue el orden de la zaga valencianista lo que dominó y controló a un Deportivo volcado a la desesperada para conseguir el gol del honor.