AIemania aportará 1.620 soldados a la misión de la ONU en Somalia

El Gobierno de Bonn anunciará hoy oficialmente el envío de 1.620 soldados de la Bundeswehr (Ejército alemán) a Somalia para formar parte de la misión humanitaria de la ONU que sustituirá en breve a las tropas norteamericanas allí estacionadas. Los partidos que forman el Gabinete de coalición (CDU, CSU y FDP) decidieron ayer que esta misión no viola la Constitución alemana, que prohibe cualquier acción militar fuera de los límites territoriales de la OTAN. El Gobierno de Bonn anunció que someterá la decisión a un voto parlamentario.

Según anuncié el portavoz del Gobierno, Dieter Vogel, las tropas alemanas serán destinadas a las zonas menos conflictivas del país africano, pero estarán armadas y dispuestas a utilizar sus armas en. defensa propia. Fuentes gubernamentales citaron ayer al ministro de Exteriores, el liberal Klaus Kinkel, para indicar que el millar y medio de soldados alemanes serán desplegados en el noreste somalí, donde se ocuparán de reparar vías de comunicación, repartir ayuda humanitaria, construir viviendas para refugiados y proporcionar agua potable. Se contempla también la posibilidad de que se encarguen del avituallamiento de otras tropas del Unosom II, pero en ningún caso del transporte de armamento pesado.

Tabú roto

La reciente aprobación por el Tribunal Constitucional de Karlsruhe de la presencia de tripulaciones alemanas en los aviones AWACS de la OTAN que controlan el bloqueo aéreo sobre Bosnia parece haber abierto la puerta a una actitud más decidida de Kohl y Kinkel, con respecto al papel de la nueva Alemania en las operaciones de la ONU.

Roto entonces el tabú, en esta ocasión el Gobierno se ha limitado a encargar a un panel de expertos. que estudiaran si la petición personal de Butros Gali, el secretario general de la ONU, para que contribuyeran a la misión de: Somalia entraba en conflicto con la Ley Fundamental.

Pese a la luz verde dada por estos expertos, que parece haber calmado las inquietudes de sus socios liberales -que desean un cambio explícito en la Constitución-, este nuevo paso dado por Bonn en la dirección de trasladar al terreno de lo militar su hegemonía económica y política, amenaza con calentar aún más el enfrentamiento entre el Gobierno y los sectores que se resisten a emprender este camino alegando el terrible pasado militarista del país y la indefinición en la que ahora se mueve la política exterior alemana.

Aunque el debate parlamentario sobre este asunto concreto no parece que pueda hacer peligrar la, decisión del Gobierno, que cuenta con una sólida mayoría en el Bundestag, sí permitirá a la oposición socialdemócrata -que ya ha anunciado que recurrirá de nuevo a Karlsruhe- argumentar sus dudas sobre la actitud del Gobierno. "Alemania está buscando su -nuevo papel en la política internacional", dijo el secretario general del SPD, KarlHeinz Blessing.