La banda terrorista ha asesinado a 789 personas

El primer y el último asesinado hasta ahora por ETA han sido guardias civiles. Ambos fueron abatidos a tiros en Guipúzcoa. En los 25 años (1968-1993) que separan ambos atentados han muerto a manos de la banda terrorista vasca 789 personas, entre militares, agentes de la Guardia Civil y de la policía, políticos, autoridades, funcionarios de prisiones y civiles, y entre estos últimos, 26 niños y 55 mujeres.El primer asesinato perpetrado por la organización terrorista fue el del guardia civil José Pardines Arcay, el 7 de junio de 1968 en Villabona. Sin embargo, la reivindicación de este atentado no se produjo hasta el asesinato, del comisario de policía Melitón Manzanas, en 1968, nombre siempre recordado como la primera víctima mortal del terror.

Esos atentados mortales han dejado por toda España centenares de huérfanos y viudas y el recuerdo imborrable de algún ser querido despedazado por un coche bomba o abatido por un disparo por la espalda, en la nuca y a bocarrajo. Y todo ello sin contar a los inumerables ciudadanos han quedado mutilados o arrastran todavía terribles secuelas físicas y psíquicas de las ekintzas [acciones] de la organización terrorista.

El gran salto en la sanguinaria carrera de ETA se produce con los asesinatos masivos e indiscriminados. La mayor matanza fue la perpetrada el 19 de junio de 1987 contra el Hipercor de Barcelona, donde un coche cargado con 25 kilos de explosivo y líquido inflamable segó instantáneamente la vida de 21 personas e hirió a 45 más. La matanza más reciente fue fríamente ejecutada con un coche-bomba teledirigido lanzado contra el cuartel de la Guardia Civil de Vic (Barcelona) el 29 de mayo de 1991. Nueve personas murieron en ese atentado. La Asociación Víctimas del Terrorismo está empeñada en probar que ETA fue la autora del incendio del hotel Corona de Aragón, de Zaragoza, donde perecieron 79 personas.

La provincia más castigada por ETA ha sido Guipúzcoa, en cuya capital, el 18 de este mes fue acribillada a balazos la última víctima mortal del terrorismo: Emilio Castillo López de la Franca, un guardia civil de 31 años. Vizcaya y Madrid siguen a Guipúzcoa en el ranking de muertes.

Pero ETA no ha salido indemne. Casi 200 terroristas o colaboradores han caído en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad o han muerto al explotarles en sus propias manos las bombas que preparaban contra otros o en atentados del grupo terrorista GAL, que actuó en la segunda mitad de los años 80.