La redada contra la corrupción en Nápoles golpea a la cúpula de la DC

Veintisiete sumarios abiertos, 18 de ellos contra parlamentarios, y 17 órdenes de detención preventiva son los primeros resultados de la redada anticorrupción finalmente desencadenada en Nápoles durante la noche del viernes al sábado. La acción judicial ha golpeado especialmente a la cúpula de la Democracia Cristiana (DC), a través de dos figuras señeras del partido: los ex ministros Paolo Cirino Pomicino, fiel de Giulio Andreotti, y Vincenzo Scotti, hombre de Antonio Gava.

No obstante, entre los afectados por la redada hay diputados y ex concejales socialistas, socialdemócratas, republicanos, liberales e incluso ex comunistas. El ex ministro liberal Francesco De Lorenzo, que dimitió por otro sumario sobre la compra de votos, el ex vicesecretario socialista Giulio Di Donato y el también socialista Nello Polese, alcalde de Nápoles hasta hace pocas semanas, son otros de los notables que han tenido que recibir a los carabineros en unas horas dominadas por un tráfico de furgones policiales y sirenas que resultaba excepcional Incluso para la capital de la Camorra.

No ha sido, en cambio, alcanzado por las investigaciones, que los magistrados afirman desarrollar en condiciones técnicas precarias -"sin ordenadores ni fax, porque esto no es Milán", lamentan-, Antonio Gava, ex ministro de Interior, hijo de ministro y líder del centro de la DC, que, junto al líder de la izquierda democristiana, el también campano Ciriaco De Mita, sigue siendo el gran símbolo del poder meridional de la derecha italiana.

Pero Antonio Gava tiene dos importantes representantes entre los implicados: el imprevisible Alfredo Vito, el ex diputado arrepentido que desencadenó las investigaciones -quien hasta ahora no le acusa- y el inquieto Vincenzo Scotti, que sucedió a Gava en Interior cuando éste hubo de dimitir por sospechas de contactos con la Camorra napolitana.