China libera a Wan Dan, líder de la revuelta estudiantil de Tiananmen

Wan Dan, el principal dirigente de la revuelta estudiantil que finalizó con la matanza de la plaza de Tiananmen el 4 de junio de 1989, fue puesto en libertad ayer. Otros dos disidentes chinos fueron también excarcelados en una decisión que se interpreta como un primer paso emprendido por Pekín dentro de la campaña de mejora de imagen en la escena internacional, para optar a la designación de la capital china como sede de los Juegos Olímpicos del año 2000.

"Mis ideas políticas jamás cambiaron en el pasado y no cambiarán en el futuro", dijo Wan a los periodistas. Pálido, pero relajado, este joven de 23 años aseguró después de tres anos y medio de cárcel que sigue creyendo en los mismos principios democráticos por los que fue detenido."Espero que algún día seré capaz de hacer mayores contribuciones. No lamento nada", declaró Wan Dan, que, al igual que Guo Haifeng, fue puesto en libertad varios meses antes de que concluyeran sus cuatro años de condena. Con estas dos excarcelaciones, según la agencia oficial Xinhua, el Gobierno pone fin a los castigos derivados de la revuelta de Tiananmen.

"Todos los estudiantes que violaron la ley criminal durante los disturbios antiguberna mentales en 1989 y fueron sentenciados a diversas penas de cárcel han sido liberados", indicó Xinhua. Sin embargo, los analistas consideran que aún son muchos los que a raíz de Tiananmen permanecen entre rejas, aunque no sean estudiantes ni el Gobierno considere que los encarceló por motivos políticos.

El jefe del Departamento de Europa Occidental convocó ayer en Pekín al embajador español, Amador Martínez Morcillo, para comunicarle en primicia la decisión de su Gobierno como gesto de agradecimiento por "la actitud amistosa de España a China".

El presidente del Gobierno, Felipe González, finalizó el pasado sábado una visita de tres días a Pekín que se saldó con la firma de importantes contratos de inversión por empresas españolas. En su entrevista del pasado viernes con el secretario general del Partido Comunista Chino (PCCh), Jiang Zeming, González planteó la necesidad de una evolución política y un respeto de los derechos humanos, acordes con el proceso de apertura económica que lleva a cabo el país más poblado del planeta. Al jefe del Gobierno español se le comunicó que se preparaban "cambios importantes" en la cúpula del poder y que próximamente se produciría algún gesto en ese sentido.

El tercer liberado ha sido el obispo católico Zhu Hongsheng, de 76 años, sentenciado a 15 años de cárcel, pero que no está relacionado con el movimiento a favor de la democratización del régimen chino.

Fuentes de La Moncloa declararon ayer que la decisión de las autoridades chinas y "la deferencia con España" cabe atribuirlas a la posición de Madrid de "no hacer una política de tambor", tal como señaló el propio González en Pekín, que manifestó que la discreción total es lo que "genera un clima de confianza y puede permitir abrir algunas expectativas".