Secretos

Han dicho los periódicos que Guerra tiene una encuesta secreta según la cual los socialistas pierden 15 es caños, el PP gana 21 e IU 11. No me pregunten cómo, siendo secreta, ha obtenido tanta publicidad. A lo mejor ha habido un malentendido, y lo que querían decir los periódicos es que Guerra ha secretado otra en cuesta. En cualquier caso, lo que sí parece es que este último sondeo está más cerca de la secreción que del secreto, sobre todo porque viene de Guerra, que representa a los pobres, y los pobres segregan o exudan, mientras que los ricos evacuan, deponen o, en el peor de los casos, obran; la secreción está relacionada con el universo glandular, que sólo produce materias viscosas, mientras que la deposición evoca el mundo de los informes jurídicos y de los al tos tribunales civiles o eclesiásticos. Pero esta encuesta, más que un in forme sobre el, cuerpo social, es un simple exudado de sus glándulas, una filtración capilar de la bilis acumulada en los vasos orgánicos por alguna clase de frustración colectiva. O sea, que le han preguntado a la gente y la gente ha abierto sus glándulas y ha coloreado con sus jugos un mapa político que no es otro que el que ha dibujado el PSOE en su práctica diaria. Porque si gran parte de los frutos ideológicos obtenidos por este Gobierno en 10 años corresponderían en justicia a una actividad de la derecha, es lógico también que el partido de Fraga esté más representado en el Parlamento. Y si, además de eso, todavía queda en el PSOE algún despistado que aconseja virar a la izquierda, qué mejor que aumentar un poquito el poder de IU. El mundo glandular es de una precisión asombrosa en la distribución de sus humores. Sería un error interpretar esta encuesta sólo desde el punto de vista de la in tención de voto; por eso, más que un sociólogo, debería analizarla un endocrino.