La luz de relevo
El público madrileño de ballet no recordaba desde hace mucho una temporada tan intensa, y ha respondido, entusiasta y entregado, al esfuerzo de la compañía cubana por ofrecer unas buenas jornadas y de paso, redimirse del patinazo de la gala iberoamericana, lo que han conseguido con creces hasta el punto de que, superando las previsiones más optimistas, prorrogan en el Albéniz hasta el día 4 de septiembre, rizando el rizo y mostrando algunas piezas no incluidas en los carteles anteriores.No estaría nada mal que cada año repitieran el experimento manteniendo el tono de variedad y calidad, feliz manera de paliar los mesetarios agostos de secano.
El rédito principal ha sido ver esa nueva generación pujante que serán las estrellas de un mañana inmediato, donde no dejan de sorprender la fuerte técnica, el ataque e incluso las buenas líneas corporales. Nombres que sonarán y harán vibrar al espectador: Aymara Cabrera en su naciente lirismo; Lienz Chiang afincándose en su virtuosismo pleno de delicadeza; el poderío de Galina Álvarez; la línea energética de Gladys Acosta; la nobleza de José Carreño.
Ballet Nacional de Cuba
Programa Concierto: Grand Pas de Quatre: Alonso / Rugni; Canto Vital: Plisetski / Mahler; In the night: Robbins / Chopin; Muñecos: Méndez / Egües; El Corsario (pas de deux): Alonso-Petipa / Drigo; Majísimo: García / Massenet. Teatro Albéniz, Madrid. Hasta el 4 de septiembre.
La demostración de la escuela cubana pasa por este racimo de frescura que debe ya, con urgencia, ocupar su lugar, o al menos, compartirlo con equidad junto a las antiguas glorias. Digamos que es la ley de la vida y de la propia historia de la danza. Y hay belleza en esa convivencia de generaciones: la presencia brillante de Rosario Suárez y Lázaro Carreño, unos encomiables ejemplos de bravura, el tronío sereno de Loipa Araujo, la eventual pincelada de Alicia Alonso.
Reflexión y metáfora
Han sido dos semanas de lecciones diversas y de metáforas. El adagio del segundo acto de El Lago de los Cisnes, que Alonso ha vuelto a hacer en Madrid después de años, merece una mención especial.Se trata de manierismo en buen sentido, como estilo. Tal como se admira a Parmigianíno o a Rosso Fiorentino, así hay que acercarse a ese cuadro casi estático, donde el texto coreográfico de Lev Ivanov ha sido sustituido por un alargamiento de las mismas líneas. Del adagio al lento con la licencia que da el genio, no hay duda. Otra cosa es si desde lo académico, debe haber un juicio estético que aquí no cabe, pues Alicia traslada el encuentro del cisne y el hombre a una tierra baldía de despedida entre el espíritu y la carne.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
El Rayo celebra con un festín de goles ante el Drita su pase a octavos de la Conference
Finabien Paisano: las claves del programa dirigido a migrantes que envían remesas
El Valencia Basket, muy incómodo en Israel, cede ante el Maccabi
Estados Unidos sanciona a 29 buques de la “flota fantasma” iraní y endurece la presión sobre Teherán y Venezuela
Lo más visto
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- La asociación mayoritaria de guardias civiles no está de acuerdo con la DGT en sustituir los triángulos por la baliza V16




























































