La Papelera Española pide ayuda al Gobierno vasco para salir de la crisis

Enrique Garrán, consejero delegado de La Papelera Española S. A., ha pedido a la Consejería de Industria del Gobierno vasco una inyección de dinero para hacer frente a los problemas de tesorería que pueden acabar por ahogar a la sociedad. La impugnación del convenio de acreedores la semana pasada por Citibank prolongará la suspensión de pagos por un año, según los asesores legales de la sociedad.

La política del Gobierno vasco para revitalizar el sector papelero a través de un grupo de empresas liderado por La Papelera Española S. A. ha fracasado, según ha admitido a este periódico el viceconsejero de Administración y Política Industrial del Ejecutivo autónomo, Carlos Aldasoro.El viceconsejero del Gobierno vasco fue tajante ante este periódico: "Del grupo papelero vasco hay que olvidarse ya. El cluster (grupo de trabajo) del papel no ha funcionado". El alto responsable de la consejería de Industria achacó sin ambages este fracaso a la "clase empresarial tan individualista que tenemos en este país". Aldasoro añadió a continuación que se podía considerar al papelero como un sector descapitalizado, en el que "cada empresario del papel quiere guardar su trinchera, sobre todo ahora con la caída de los precios y la crisis generalizada del ramo

Aldasoro se reunió ayer con el consejero delegado de la Papelera Española, Enrique Garrán, y con los representantes de los sindicatos, para buscar una salida a la crisis por la que atraviesa la empresa. Enrique Garrán tiene previsto solicitar una ayuda al Ejecutivo autónomo para hacer frente a los problemas de tesorería corriente.

Aldasoro calificó la actual situación de la compañía como de "economía de guerra". Con todo, el responsable de Industria afirmó que las eventuales ayudas no podrán superar "los 500 millones de pesetas". El viceconsejero vasco añadió que estas ayudas "serán a muy cortísimo plazo para problemas de tesorería corriente y evitar así que la empresa se muera".

Participación extranjera

El Gobierno vasco considera imprescindible la entrada de socios extranjeros en las diferentes áreas de producto que contempla el holding de la Papelera Española. Sin embargo, la impugnación del convenio por un pequeño acreedor como Citibank -con una deuda de 182 millones, cuando el pasivo exigible es de 22.000 millones- supone la prolongación de la intervención Judicial por espacio de aproximadamente un año, según señalan los asesores legales de la empresa.

Garrán admitió en la junta de accionistas que el levantamiento de la suspensión de pagos era "fundamental para dar entrada en el accionariado a nuevos socios". Las mismas fuentes jurídicas se mostraron, no obstante, tranquilas porque los argumentos de la impugnación carecen, en su opinión, de fundamento en que basarse.

A todo esto hay que añadir, además, la paralización por Bruselas de los avales que el Gobierno vasco había concedido a la compañía por valor de 4.500 millones. La Comunidad Europea (CE) ha ordenado a la compañía que readapte su plan, revisando la capacidad productiva y el concepto integral defendido en el mismo, según Aldasoro.

El Gobierno vasco pone como plazo este mes para encontrar una salida a esta situación, al tiempo que pide a todas las partes que hagan un esfuerzo para evitar el desmoronamiento de la compañía.

El sector del papel da empleo en toda la comunidad autónoma vasca a cerca de 3.200 trabajadores.