El líder catalán no esperaba un resultado tan contundente

Jordi Pujol, presidente de la Generalitat catalana y desde ayer máximo ejecutivo del ARE, consideró su elección como el reconocimiento a su trayectoria democrática. Pujol, en conferencia de prensa posterior a su elección, admitió que esperaba la victoria, aunque no confiaba en obtenerla en la primera vuelta y por mayoría abrumadora. Reiteró que su aval para la elección fue su trayectoria política, puesto que hace 46 años, "cuando era pequeñito, ya era catalanista y regionalista, en una época en la que era complicado ser esas cosas".Pujol renunció a pronunciarse sobre si el resultado de la votación puede interpretarse como una derrota política de Manuel Fraga y señaló que, pese a las "fuertes disconformidades" existentes entre ambos, siempre le ha respetado. "De Manuel Fraga", añadió, "sólo puedo hablar bien y lo he dicho en ambientes hostiles a Fraga". El presidente de la Generalitat reiteró: "La historia juzgará más positivamente a Fraga de lo que lo hemos hecho sus contemporáneos". No obstante, admitió estar en desacuerdo con el presidente de la Xunta de Galicia en numerosos asuntos, "y en el pasado más todavía", señaló.

El nuevo presidente de la ARE, a pesar de que el voto era secreto y no se podía saber en qué dirección se había producido, agradeció la actitud de los representantes de las comunidades autónomas, "y eso se refiere básicamente a los socialistas", añadió.

Por su parte, el derrotado Manuel Fraga manifestó que la elección de Pujol fue "clara y terminante" y supone "la culminación de un importante proceso dernocrático". Isabel Tocino, diputada de PP, señaló que hay que valorar "en toda su extensión la valentía de Fraga" al presentar su candidatura. La Xunta, por su parte, consideró que la actitud de los socialistas españoles fue lo que inclinó a otras delegaciones europeas hacia la candidatura de Pujol.