Los obispos quieren regular por ley la presencia de la Iglesia en los medios de comunicación públicos

Los obispos españoles, que acusan reiteradamente a la dirección de RTVE de discriminar a sus programas religiosos, pretenden regular por ley la presencia de la confesión católica en los medios de comunicación públicos, lo que alcanzaría también a los canales de radio y televisión autonómicos. Esta es una de las conclusiones aprobadas por la asamblea plenaria del episcopado, que concluyó ayer sus trabajos en Madrid. Los prelados se acogen para basar su petición a los acuerdos suscritos entre el Gobierno y la Santa Sede, firmados con anterioridad a la promulgación de la Constitución, que define a España como un Estado aconfesional. Los ciudadanos judíos, protestantes o musulmanes no tienen reconocido este privilegio en los acuerdos que han firmado recientemente sus representantes con el Ministerio de Justicia.

La propuesta, presentada por la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social, solicita "el desarrollo legislativo del artículo 141 del acuerdo cultural entre España y la Santa Sede sobre colaboración entre el Gobierno y la Conferencia Episcopal en los programas religiosos públicos". El mencionado artículo indica que "salvaguardando los principios de libertad religiosa y de expresión, el Estado velará para que sean respectados en sus medios de comunicación social los sentimientos de los católicos, y establecerá los correspondientes acuerdos sobre estas materias con la Conferencia Episcopal Española".

Más allá de reuniones puntuales entre representantes de los obispos y la dirección del ente público, el Gobierno y el episcopado no han creado una comisión mixta -como han hecho con el tema de la financiación o la enseñanza- para abordar globalmente la situación de los programas religiosos, especialmente en televisión.

Los obispos consideran que han sido desplazados progresivamente a bandas horarias de escasa audiencia y los representantes de la televisión pública argumentan que, cuando estos programas gocen de un atractivo suficiente como para captar audiencia, no tienen reparos en situarlos en una franja de mayor audiencia.

Los prelados, conscientes de que los púlpitos del siglo XXI serán los grandes medios de comunicación, como explica implícitamente la instrucción pastoral Aetatis Novae, hecha pública en marzo, ordenan a los obispos que integran la Comisión de Medios de Comunicación Social a "estudiar la situación y las posibilidades de hacer convenios con los entes autonómicos de radio y de televisión". Esta misma comisión intentará establecer asimismo unos "cauces de diálogo y colaboración eventual con otras cadenas privadas de radio y de televisión". Los obispos reconocen, por otro lado, que no mantienen relaciones fluidas con los profesionales de la comunicación, circunstancia que pretenden rectificar.