Los segundos de aliciente

CARLOS ARRIBAS, La primera semana de esta Vuelta promete ser más movida que la del año anterior. La organización ha decidido reintroducir bonificaciones en las seis primeras etapas, excluyendo las que se disputen contrarreloj. En las metas volantes y en los sprints especiales, los tres primeros corredores se beneficiarán de seis, cuatro y dos segundos, respectivamente; los tres primeros de la etapa descontarán de su tiempo real 20, 12 y ocho segundos. El deseo es que la clasificación general sufra cambios a diario. Esto supone, además, un aliciente añadido para los equipos con sprinters. Los directores de los principales equipos españoles consideran que el juego de las bonificaciones no determinará la general final.

La edición anterior, el ONCE monopolizó la clasificación general los primeros días merced a su dominio en las contrarreloj por equipos. El líder se decidía en la cocina de Manolo Saiz, quien movía sus peones para que llegaran en determinada posición y, a igualdad de tiempos, se vistiera de amarillo el que mejores posiciones obtuviera. Este año, varios equipos cuyo único objetivo es lograr triunfos parciales se verán beneficiados y, aparte de victorias de etapa, pueden conseguir que uno de los suyos se vista momentáneamente de amarillo, con las interesantes repercusiones publicitarias que ello conlleva. Además, se animará la disputa de metas intermedias, en la que entrarán corredores destacados al lado de los modestos habituales.Al estar limitadas las bonificaciones a la primera semana de carrera, esta medida no debería influir decisivamente en la general final. Así lo entienden los directores de equipo consultados, que, a diferencia de otros años en que se aplicaban bonificaciones hasta el final de la ronda, no han dejado oír sus críticas. Juan Fernández, director deportivo del Clas, cree que el efecto de las bonificaciones "no se dejará sentir en la general final". Fernández, cuyo jefe de filas, el suizo Tony Rominger, es uno de los mayores candidatos a adjudicarse esta edición de la Vuelta, se queja, sin embargo, de la gran cantidad de tiempo que regala la organización: "20 segundos por etapa es demasiado. Si, aparte, le sumas los 18 segundos que puede pillar en las tres metas volantes, un ciclista puede beneficiarse de 38 segundos gratis por etapa".

José Miguel Echávarri, director de Pedro Delgado, la gran baza de Banesto, se muestra partidario de que las etapas llanas iniciales tengan algún aliciente para los corredores y los espectadores. "Así habrá movimiento tanto en las etapas como en la general", opina Echávarri, "y, al haber bonificaciones sólo en las seis primeras etapas, antes de la montaña y de la contrarreloj, sus efectos pasarán desapercibidos".

Javier Mínguez es un perjudicado histórico de las bonificaciones. Hace varios años, su corredor Anselmo Fuerte perdió la segunda plaza en la Vuelta en beneficio de Dietzen por ese motivo. Naturalmente, se muestra contrario: "No es por lo de Fuerte, sino que considero que son injustas. Un ciclista que gana ya tiene suficientes premios, no necesita de beneficios extra que, además, falsean la carrera". Mínguez también piensa que este año no influirán en la clasificación final.

Si la conclusión no se verá afectada, sí que lo será la táctica de los equipos en la primera semana. Juan Fernández considera que aún es pronto para hablar de tácticas, pero que las bonificaciones producirán variaciones estratégicas en estas etapas de transición: "Si un equipo coge el liderato, dependerá luego de si le interesa mantenerlo y desgastarse para conservarlo".