El billete inteligente

La orientación al corto plazo de los agentes económicos es una de las causas de que la actividad inversora dependa, casi exclusivamente, de la evolución de los tipos de interés, expone el profesor Emilio Ontiveros en una publicación del Colegio de Economistas. Los analistas bursátiles se esfuerzan contumaces en reforzar este argumento y lo contrastan en los mercados de cambio. Apelan al principio de que los tipos de interés tienen que bajar; y mientras, el ascenso lento del dólar, que ha roto para siempre la barrera de los 20 duros, es para muchos el mejor anuncio de reactivación internacional. "El billete verde es inteligente; descuenta un futuro inmediato muy prometedor", asegura un bolsista. "Los datos decisivos de Washingtton todavía no han visto la luz; harán explosión en el segundo semestre", añade otro. "Además es un año alectoral", sentencia un tercero. Esta última verdad siembra un mar de dudas sobre la evolución del déficit comercial.El mundo de la inversión, psicológicamente conmocionado por un escándalo financiero, pero ajeno a él en términos de actividad, supera una vez más el principio de que sólo el mercado genera noticias con incidencia y no al revés. El índice sigue suspendido en el vacío (258,75), aunque una aplicación de Telefónica duplicó el volumen.