La oposición reclama para sí parte del éxito de la cumbre

Los grupos parlamentarios de la oposición se mostraron ayer moderadamente satisfechos con los resultados de la cumbre de Maastricht, como se puso de manifiesto en las templadas intervenciones de todos los portavoces. Sólo hubo momentos de acaloramiento por la defensa de los grupos nacionalistas del papel del Consejo de las Regiones y por la validez jurídica de los protocolos. Miquel Roca de CiU, Iñaqui Anasagasti del PNV y Joseba Azkárraga de Eusko Alkartasuna reclamaron que entre los 21 miembros que tendrán que componer dicho consejo sean mayoría los representantes de las comunidades autónomas.Esta réplica vino después de una afirmación de Felipe González haciendo valer la importancia de los municipios. En tono de reproche dijo a la oposición que quizá estén pensando en llevar al consejo 17 miembros de las comunidades autónomas y sólo cuatro para los municipios. La conclusión de la oposición es que se trata de dos niveles distintos de poder y que para dicha instancia la representación debe ser de las autonomías.

Los grupos de oposición demandaron para sí parte del éxito de la contribución española a esa cumbre al asegurar ahora que el presidente del Gobierno ha defendido muchos de los postulados de la oposición. El portavoz de CiU, Miquel Roca, empezó por señalar que su grupo estaba satisfecho y que ahora el reto estaba "en la política de convergencia". Casi todos los portavoces reconocieron que el debate de ayer no era para afrontar las medidas del futuro plan de convergencia, sino para evaluar los acuerdos de Maastricht.

Reforma económica

El secretario general del CDS, Antoni Fernández Teixidó, propuso a Felipe González que trajera al Parlamento dicho plan de convergencia antes de que lo presentaran en la Comisión Europea. El político centrista señaló que era absolutamente imprescindible "combatir" el clima pesimista en la economía española" y, recogiendo palabras del ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, convino en la urgencia de reformar la actual política económica.

Entre las propuestas de Fernández Teixidó, señaló la necesidad de combatir la inflación, recortar el déficit público y decidir en qué momento deberá entrar la peseta en la banda estrecha del sistema monetario.

El déficit democrático, dados los escasos pasos que se han dado para dar mayores competencias al Parlamento Europeo, fue puesto de manifiesto tanto por Fernández Teixidó como por el portavoz de Izquierda Unida, Nicolás Sartorius.