El incontestable triunfo del 'zorro plateado'

R. F. El zorro plateado ha triunfado. Este apodo le viene a Leonid Kravchuk como anillo al dedo. Zorro por su inigualable astucia y plateado por su cabello cano. Kravchuk ha conseguido lo imposible: de creíble y destacado líder comunista se ha convertido en abanderado de la independencia -era un nacionalista camuflado, aventuran algunos- y, como los resultados indican, también en increíble líder de la Ucrania soberana. Los críticos acusan a este hombre de haber modificado su pensamiento político con tal de mantenerse en el poder. Entretanto, sus opositores no tiene más remedio que reconocer que ha conseguido arrebatarles sus planteamientos.

"Un hombre no puede defender los mismos principios a lo largo de toda una vida. Se trata de un proceso natural, pero yo sólo he cambiado en profundidad en una ocasión", dice Kravchuk.

Nacido en 1934, en la provincia de Rovno, Ucrania Occidental, en el seno de una familia campesina, Kravchuk estudió primero en una escuela técnica y luego en la Universidad de Kiev. Después ingresó en la Academia de Agricultura y obtuvo el título de doctor en Economía. De los 24 a los 26 años fue profesor de Economía Política -lo que en la URSS significaba enseñar crítica del capitalismo- en la Escuela Técnica de Finanzas de Chernibov para luego comenzar su carrera en el Partido Comunista de Ucrania (PCU), a cuya cima llegó durante la perestroika.

Capacidad de metamorfosis

A principios de julio del año pasado fue elegido jefe del Parlamento y entonces comenzó a dar muestras de su gran capacidad de metamorfosis, que le ha valido también el apodo de el Gorbachov ucranio. Ese mismo mes, los diputados, bajo su presidencia, aprobaron la declaración de la soberanía de Ucrania, que marcó el comienzo de la marcha independentista de las autoridades republicanas.

Después del fallido golpe de Estado, Kravchuk se dio de baja del PCU y el 24 de agosto, colaborando con la oposición nacionalista, aprobó el Acta de Independencia que el domingo pasado fue ratificada por el pueblo ucranio.

Kravchuk promete dar fuertes dolores de cabeza tanto al líder soviético Mijaíl Gorbachov como al ruso Borís Yeltsin. Rechaza categóricamente la posibilidad de que Ucrania forme parte de otro Estado y se niega a participar en la creación de una nueva unión dotada de poder central y un presidente. Además ha prometido crear un poderoso ejército e introducir una moneda propia, medidas que obligarán a Rusia a hacer lo mismo, con graves consecuencias para el resto de las repúblicas de la antigua URSS.