Netanyahu, nueva voz del Gobierno de Shamir

Veloz, locuaz, citable y con acento norteamericano. El arma secreta de Israel para la próxima fase pública del proceso iniciado en la, Conferencia de Madrid es Benjamín Netanyahu. Si el Gabinete lo confirma el domingo, el fornido viceministro de Exteriores será el rostro y la voz de Israel. Un trabajo particularmente difícil para quien tendrá que vérselas con Hanan Ashraui, la profesora palestina que en cinco días en Madrid dio a sus compatriotas un extraordinario triunfo en la batalla por la opinión pública internacional.El anuncio no sorprendió a nadie. En los próximos días, este diplomático de 42 años trasladará su despacho para estar a toda hora a escasos metros de Isaac Shamir, con el título de director de información. Es un ascenso que irrita a muchos, sobre todo al ministro de Exteriores, Davir Levy, pero que destaca el hecho de que Shamir ha optado por el pragmatismo aun a riesgo de enturbiar más las aguas del Likud.

Con comprensible exageración, los admiradores de Netanyahu lo comenzaron a definir como "el gran comunicador" desde el día que comenzó a hablar en nombre del gobierno de Israel durante la guerra del Golfo, y lo hizo bien. Su trabajo como portavoz durante la Conferencia de Madrid no hizo sino pulir sus cualidades frente a las cámaras. Entre Netanyahu y la televisión existe un hilo directo y los periodistas de las grandes cadenas seguramente le están agradecidos. Netanyahu dispensa citas breves y, cuando no puede ir al grano, elude las exigencias periodísticas con citas citables.

En cierta manera, su designación también amortiguará el impacto del conflicto interno en el Ministerio de Exteriores. David Levy se separó del proceso de Madrid con resentimiento cuando Shamir seleccionó a Netanyahu como portavoz de la delegación israelí. La animosidad entre Netanyah y Levy no es un secreto, como tampoco lo son las aspiraciones de Netanyahu, que ha declarado su intención de ser candidato si Shamir no decide buscar su reelección en los comicios del próximo año. Levy trató ayer de tamizar la rivalidad que ha causado que ambos no crucen palabra desde hace tiempo. "Espero que en la oficina del primer ministró encuentre terreno para hacer su importante contribución", dijo.