Esperando a la Telefónica

El pasado día 26, en la oficina bancaria en que trabajo se pararon los terminales, cosa harto frecuente, debido) a la avanzada tecnología que arguye en sus comparecencias el ministro de Comunicaciones y Telefónica; a las diez de la mañana avisamos a averías; pasadas dos horas sin tener noticias, volvimos a llamar, incidiendo en si sabían algo; nadie sabe nada; una hora después volvemos a llamar y, por Fin, un señor nos dice que es un cable roto, y que, dado que está muy cerca de la central de ellos, en una hora quedará solucionado, por lo que, aproximadamente, a las dos o dos y media nos llamará; llegan las tres de la tarde, hora de salida; no nos vamos a comer; así, hasta las cinco de la tarde, en que siguen sin llamar; volvemos a llamar nosotros y pedimos hablar con la persona que nos dijo antes que estaría solucionado rápidamente; nos manifiestan que eso es Madrid, y que ellos pasan por terminal los avisos a las respectivas provincias y no pueden hablar con ellos, ni, por supuesto, nosotros, a no ser que ellos nos llamen; rogamos nos digan algo para poder irnos a dormir tranquilos a nuestra casa. Son las once de la mañana del día siguiente y todavía estamos esperando. ¿Creará algún día Telefónica el puesto del defensor del cliente?-