Un ejemplar español, en París después de tres años

Un caballo español correrá hoy en el hipódromo de Longchamp, de París. Se trata de Primer Amor, de Felipe Hinojosa, que se ha convertido así en el primer ejemplar que cruza la frontera, cerrada desde hace tres años a causa de sucesivas epidemias de peste equina. Una nueva norma sanitaria acordada por el Ministerio de Agricultura con las autoridades europeas ha permitido que el mejor de los velocistas españoles tome la salida en el prestigioso Prix du Moulin, prueba del Grupo I.

La participación de Primer amor en el Prix du Moulin, dotado con 900.000 francos para el ganador y sobre la distancia de 1.600 metros, no pasa de ser testimonial. Su propietario, Felipe Hinojosa, ha querido así ver cumplido su sueño de que un caballo criado por él saltara al verde del que es el hipódromo con más categoría de Europa.Las opciones a la victoria de Primer amor son mínimas. En el Prix du Moulin se van a dar cita los mejores velocistas que corren habitualmente en los más destacados hipódromos europeos. Primer amor es, sin lugar a dudas, el mejor ejemplar de esta especialidad que hay en España, pero la diferencia que hay entre los puras sangres nacionales y los extranjeros sigue siendo insalvable. Ahí está, por ejemplo, el caso de Teresa, la mítica yegua de la cuadra Rosales, que arrasó en todos sus enfrentamientos en España, pero que tuvo que conformarse con un discreto lugar en el Arco de Triunfo.

Primer amor tiene acceso al Prix du Moulin después de haber ganado en el hipódromo de Lasarte, de San Sebastián, el premio Gobierno Vasco. Hoy, como en aquella ocasión, el francés Cochrane será el encargado de montar al caballo, preparado por José Luis de Salas.

La Prensa francesa destaca la participación de Primer amor, a la vez que se pregunta qué se esconderá tras él cuando osa venir a París. De cualquier manera, los especialistas coinciden en que ésta será una buena oportunidad para ver a qué nivel se encuentran las carreras en España.

El gran favorito es Héctor Protector, un caballo norteamericano que el armador griego Stavros Niarchos ya ha vendido como semental a una yeguada japonesa por 1.000 millones de pesetas.