Con la bendición municipal

Antonio Murillo es un vidente de Boadilla del Monte que afirma ver a la Virgen La Milagrosa todos los miércoles bajo un alcornoque de una finca municipal. Dada su "conducta intachable", el Ayuntamiento abre cada miércoles las puertas de la finca a Antonio y a sus devotos. Pero ayer dejó puesto el candado. Antonio, que sabía que varios periodistas irían a la cita, avisó de que la Virgen no se dejaría ver.

Elena Sierra, su intérprete en las apariciones, lo dejó muy claro: "Los periodistas lo han estropeado todo. La Señora ha dicho que no los quiere ver".Una treintena de personas esperaba la llegada de Antonio. No apareció. "Otra vez que nos deja plantados. Con ésta ya van tres en el último mes", aseguró una de las devotas. "Yo vengo a rezar y a ver el árbol en donde está la Virgen. ¿Qué nos importan los periodistas? En Fátima entra todo el mundo", increpó otra.

Ayer, Antonio no puso sus ojos en blanco, no le dieron espasmos, no se oyó la voz de la Virgen. "Porque es la Señora la que habla por su boca", dice -una de sus seis ayudantes. "Pero si ese tono lo ponía desde joven...", asevera una mujer.

El Ayuntamiento afirma en un comunicado que nadie está perjudicando al municipo. Cree que Antonio es "una persona de conducta intachable" con quien "muchos se reúnen a rezar el rosario". El párroco del municipio, don Hilario, no hace declaraciones: "Espero órdenes del. arzobispado".

Antonio Murillo, el vidente, es una persona sencilla que trabaja en un club deportivo. Hace más de un año que tuvo las primer ' as apariciones, y des de entonces "no ha faltado ni un día a misa".