Asesinadas 9 personas en un templo budista de EE UU

Nueve personas, incluidos varios monjes, fueron asesinadas a disparos el pasado viernes en el interior de un templo budista repleto de joyas en Phoenix (Arizona), el centro religioso de la comunidad tailandesa de esta ciudad.El sheriff que dirige la investigación, Tom Agnos, explicó ayer que todas las víctimas -seis monjes budistas, una monja y dos estudiantes- fueron conducidas a una habitación y tiroteadas sin compasión. La monja, Foy Sripanpiaserf, era la abuela de la víctima más joven, Matthew Miller, de 16 años.

Los cuerpos, cosidos a balazos, fueron encontrados en medio de un enorme charco de sangre. Las víctimas estaban colocadas en el suelo en orden, unas junto a las otras y, a juzgar por las declaraciones policiales, los asesinados no ofrecieron ningún tipo de resistencia, porque quizá no podían ni tan siquiera sospechar que iban a morir.

La policía, que aún no ha efectuado ninguna detención, ha descartado de momento el móvil del robo. Las estatuas de oro y jade y otros joyas que había en el templo continúan en sus pedestales, y los despachos de los religiosos no fueron registrados.

Los investigadores han dirigido sus pesquisas hacia la comunidad asiática, con el fin de determinar si la mafia tailandesa local ha tenido que ver con la matanza.

El templo donde se produjo este múltiple asesinato se encuentra situado a unos 30 kilómetros del centro de Phoenix.

Los cuerpos de las víctimas aparecieron el sábado por la mañana, cuando uno de los empleados del recinto sagrado llegó al edificio para limpiar las salas donde se ofician las ceremonias. Un portavoz de la policía local explicó que los asesinos mataron a todas las personas que se encontraban en el templo sin que algunos de ellos, como es el caso de Matthew MiIler, tuvieran relación con el resto de las víctimas.

Jerry Hastings, de 19 años, nieto de una de las estudiantes, explicó que su abuela se había convertido al budismo hacía unas pocas semanas y que nunca sospechó que algo así pudiera ocurrirle. "Ha sido un choque para mí, cuando la policía me comunicó lo que había ocurrido y las circunstancias que rodearon la muerte de mi abuela, creía que estaban bromeando", ha declarado Hastings.

Dos de los muertos, de nacionalidad norteamericana, estaban siguiendo un curso de autodisciplina e introducción al budismo desde hacía varias semanas.

El templo donde se produjo la matanza era un lugar de reunión en el que los miembros de la comunidad tailandesa y vietnamita de Phoenix solían celebrar fiestas y reuniones. Construido hace tres años, nunca antes se habían producido desórdenes o problemas en los que hubiera tenido que intervenir la policía, de ahí que los investigadores hayan mostrado su extrañeza ante esta matanza y calificado el caso como "complejo".