"Como en Suecia"

, Los habitantes de Gernika, ciudad con alcalde del Partido Nacionalista Vasco, no se movilizaron en ningún sentido ante la visita de los Reyes. Apenas 200 personas, en su mayor parte mujeres, esperaron a don Juan Carlos y a doña Sofía en las escalinatas de acceso a la Casa de Juntas.

Casi todos aplaudían y gritaban vivas al Rey y a España. Otros, silbaban. Alguno apareció asomado al balcón, viendo la comitiva; de vez en cuando, se corrían las cortinas de alguna ventana, pero todo fue muy discreto.

Tal vez influyó el miedo, como apuntó el diputado general de Vizcaya, José Alberto Pradera, quien comentaba indignado: "¿Quiénes son estos tíos que se dedican a pegar tiros por la espalda para asustar a la gente y utilizar el himno Eusko Gudariak (Soldados Vascos), que es patrimonio de todos? A pesar de todo, aquí lo que hay que destacar es que los Reyes son muy simpáticos y que en todo momento ha habido normalidad, como cuando los Reyes de Suecia visitan cualquier pueblo de su país".

Esta normalidad, que Herri Batasuna trató de romper, era cuestionada, en último extremo, por el dirigente de la coalición Jon Idígoras: "El PNV y el PSOE están escondiendo al Rey como si fuera un ladrón. A nosotros nos han dejado fuera de todas las recepciones y actos oficiales. ¿Dónde está la normalidad de la que habla el memo de Ardanza?".