Francisco Morillo reconoció por escrito la concesión de licencias para las tragaperras

El juez Angel Márquez decidió la detención del delegado de Gobernación en Sevilla, el socialista Francisco Morillo, después de que éste reconociera por escrito su responsabilidad en la concesión de licencias para la explotación de máquinas tragaperras a la empresa Astigi, propiedad de Alejandro Mora, relacionado con Juan Guerra. Angel Márquez anunció ayer que llamará a declarar a otros altos cargos de la Junta.

Francisco Morillo y Alejandro Mora, que han permanecido 48 horas detenidos en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía, recobraron ayer su libertad después de depositar tres y siete millones de pesetas de fianza respectivamente ante el juez Ángel Márquez, quien debió alternar las diligencias del caso con su turno de guardia en la Audiencia de Sevilla.Morillo, detenido el pasado martes en su despacho de la delegación de Gobernación acusado de un posible delito de prevaricación y falsedad en documento público en la concesión en 1987 de 367 licencias de tragaperras a la empresa Astigi, abandonó el juzgado en su coche oficial y se dirigió a la consejería de Gobernación, donde se reunió con su titular, Ángel Martín Lagos.

El juez Márquez declaró ayer a este periódico que está convencido de que "hay indicios de culpabilidad" y que por eso dictó el auto de prisión contra Morillo y Mora. Márquez añadió: "Creo que he actuado correctamente, y en los próximos días llamaré a declarar a otros funcionarios, entre ellos al ex director general del juego, Manuel Cortés, y a socios de Mora". Márquez confirmó que la detención se decidió después de que el pasado día 8 se recibiera en el juzgado de instrucción número seis una declaración firmada por Morillo en la que éste se responsabilizaba de las presuntas irregularidades detectadas en su departamento. Morillo había recibido ese mismo día la visita del padre de una funcionaria de la delegación detenida dos días antes. El juez añadió que la firma por parte de Morillo del documento es un "indicio de su culpabilidad". El PSOE consideró ayer "desmesurada" la actuación de Márquez: "Tiene el aspecto de una persecución inquisitorial".