Los veterinarios rechazan cinco de los seis toros de la corrida de Ibán

El escaso trapío de cinco de los toros de la divisa de Baltasar Ibán, anunciada para esta tarde, provocó que los veterinarios los rechazasen en el reconocimiento de ayer. Sólo uno superó definitivamente este reconocimiento, mientras que otro quedó pendiente para el de esta mañana, aunque sus posibilidades de superarlo son mínimas, según los propios veterinarios.Esta mañana traerán desde la ganadería, sita en El Escorial (Madrid), otros toros para intentar sustituir a los rechazados. Antonio Vaamonde, representante de la divisa, no es partidario de que se lidien uno o dos de sus toros, por lo que si los que traigan no superan el reconocimiento se los llevará todos y habrá que cambiar la corrida entera por una de otro hierro.

Están anunciados Curro Váquez, al que le resta otra tarde, el mexicano Armillita, que se despide de la feria, en la que ya actuó el pasado día 13, y el colombiano César Rincón. El festejo será televisado por la segunda cadena de TVE.

Armillita Chico confiaba en que los toros de Baltasar Ibán le sirvan para alcanzar el éxito que necesita para quedarse a hacer la campaña española: "Esta divisa es de las pocas que se mantienen, porque la situación de las ganaderías ha empeorado mucho desde mi última visita, en l983".

Al mexicano le habían llegado noticias de la falta de casta y fuerzas que aquejan a la mayoría de las divisas españolas: "Pero creía que eran exageradas, ahora veo que la situación es bastante peor".

Curro Vázquez presume de ser uno de los diestros favoritos de la afición de Madrid, pese a que cada vez le exigen más, según opina: "Eso es bueno, porque saben que soy capaz de hacer el toreo artístico que tanto gusta aquí, lo que pasa es que pocos toros se prestan hoy día".

El de Linares (Jaén), donde nació hace 40 años, ya ha perdido la cuenta del número de paseíllos que ha hecho en Las Ventas: "Más de 60, seguro". Le gustan mucho los toros de Ibán, por adaptarse a su toreo artístico: "Tienen casta, lo que pone en aprietos a otros compañeros, que los rechazan. A mí me beneficia de la rrisma forma que me perjudica el toro parado que gusta a ellos".

El colombiano César Rincón, 25 años, que actuó en España en 1984, 1985 y 1986, coincide con Armillita en el mal momento de las ganaderías españolas: "No son superiores en nada a las colombianas, sólo en el gran trapío que se exige en Madrid". Donde sí encuentra diferencias es en el público, más alegre y entregado el colombiano y más analítico el español, sobre todo el de Madrid: "Aquí gustan que se hagan las cosas en la línea clásica, sin tremendismos. Por fortuna, esa es mi línea".