La ampliación del aeropuerto aumentará la 'agresión' acústica sobre 100.000 personas

El incremento de los niveles de ruido por la ampliación del aeropuerto de Barajas causará trastornos a unas 100.000 personas, en su mayoría vecinos de Coslada y Barajas, según un informe realizado por la empresa Promadrid para el Ayuntamiento de la ciudad. El estudio indica que "la agresión acústica a la que se verán sometidos los vecinos de la zona, ocasionada por la actividad existente en las pistas, es superior a la permitida por la normativa europea". El alcalde, Águstín Rodríguez Sahagún, ha apostado por un segundo aeropuerto.

El proyecto del Ministerio de Obras Públicas (MOPU) para ampliar el actual aeropuerto provocará, según Promadrid, "que las zonas afectadas por el ruido no sean en su mayoría zonas industriales y deshabitadas, como cicurre ahora, sino principalmente zonas residenciales".El estudio señala que en 1995 se superará ampliamente el nivel máximo sonoro establecido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que está fijado en 65 decibellos, lo que producirá perturbaciones fisicas y mentales en los vecinos de la zona.

"Entre los efectos más perniciosos destacan las perturbaciones del sueño", señala el informe, que fija en 35 decibellos el máximo nivel sonoro admisible.

Como consecuencia del incremento de los ruidos, los vecinos "no descansarán correctamente y padecerán estados de tensión y cansancio, que pueden derivar en enfermedades de tipo nervioso y cardiovascular".

Agresión acústica

"La agresión acústica", continúa el documento, "tendrá también efectos negativos sobre las glándulas endocrinas, el aparato digestivo y el aparato respiratorio".A estos efectos hay que añadir el hecho de que la contaminaciónacústica favorece la aparición de desórdenes psíquicos: desarrollo de neurosis, incremento de la irritabilidad y agresividad.

Otro aspecto es el del ruido discontinuo, terreno en el que diversos estudios utilizados por Promadrid "demuestran que las perturbaciones causadas por la contaminación acústica son máximas cuando los ruidos son intermitentes, con periodos de silencio de entre tino y tres minutos". "Esta es exactamente la situación que se producirá en Barajas, donde en 1995 se realizarán cerca de 700 operaciones díarías de aterrizaje y despegue", concluye el informe.