Veneno en suspensión

La desordenada combustión de los pozos de petróleo kuwaitíes genera tal cantidad de sulfuros, monóxido de carbono y otros gases tóxicos que expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) llegados a Kuwait temen que su inhalación por los seres humanos provoque serias alteraciones en las vías respiratorias y enfermedades crónicas.El doctor kuwaití Sani al Yaakoob, miembro del Centro Nacional de Investigaciones Científicas, informó que las emanaciones han provocado irritaciones de garganta, nariz y ojos. Alertó también contra posibles cánceres de pulmón a largo plazo si no se adoptan soluciones y la población no se acostumbra al empleo de mascarillas. "Todo el mundo que reside en nuestro país está expuesto a estos peligros, especialmente los niños". Las nubes de partículas nocivas que se abaten sobre los países del Golfo han alcanzado también el sur de Irak, donde se refugiaron los pirómanos iraquíes, y una niebla negra y mortífera que conducen vientos cambiantes se dirige hacia Pakistán.

Lluvia ácida

Existe el peligro de que las lluvias sean ácidas y perjudiciales para la salud. No hay datos todavía que sostengan tesis catastrofistas sobre graves perturbaciones climatológicas en el sur de Asia y daños en las cosechas de arroz y trigo. De todas formas, las posibilidades de contaminación serán mayores en primavera, cuando las lluvias que lavan la atmósfera disminuyan.

Las aves huyen de los cielos sin oxígeno o mueren intoxicadas y la película de sustanelas contaminantes que recubre las plantas impide la germinación de las flores y la respiración de sus tejidos. No hay intenciones por el momento de evacuar las ciudades del sur de Kuwait, especialmente el enclave petrolero de Ahmadi. No se descarta sin embargo que el avance del veneno en suspensión se haga imparable y la plaga que desencadenó la guerra del golfo Pérsico amenace con diezmar la vida a su paso.