Sala anuncia el diseño de soluciones conjuntas del Poder Judicial con Justicia

Pascual Sala, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), anunció ayer para "muy próximamente" la declaración programática del órgano de gobierno del poder judicial, simultánea al proyecto de presupuesto del mismo, con pocos objetivos, pero muy importantes y para cumplirlos en los cinco años de mandato". En un almuerzo-coloquio organizado por el Club Siglo XXI, Sala abogó por una mayor fluidez y coordinación con el Ministerio de Justicia para "un diseño conjunto" de las soluciones a los problemas de la oficina judicial.

Sala reconoció que en diciembre último se comprométió, en un encuentro organizado por el presidente del Consejo General de la Abogacía Antonio Pedrol, a que el CGPJ elaborara en enero de 1991 su programa de gobierno. Admitió que hoy, último día del plazo, no estará terminada la inminente declaración programática, de la que anticipó que tendrá objetivos concretos, entre ellos la reforma de la oficina judicial, que cuenta ya con un proyecto muy avanzado.

El presidente del CGPJ anunció medidas del Consejo en materia de formación de jueces y magistrados, tras el seminario sobre la materia que se inició el martes 11 con puertas abiertas" (veáse EL PAÍS de ayer) y que se clausura hoy. Preguntado sobre la esquizofrenla de que las competencias sobre los jueces corresponden al CGPJ, mientras el resto de los funcionarios de la oficina judicial y los medios materiales dependen del Ministerio de Justicia, Sala contestó que el Consejo "va a tratar primero de agotar las competencias legales que tiene antes de pedir nuevas funciones".

El silencio de Múgica

En todo caso, Sala se refirió al propósito del Consejo de mantener "una gran fluidez con el Ministerio de Justicia", así como la máxima coordinación sobre la oficina judicial y las reformas procesales en marcha. A pesar de las incitaciones para que interveniera realizadas por los dirigentes del Club Siglo XXI y algunos periodistas, el ministro de Justicia, Enrique Múgica, que permanecía sentado a la izquierda de Sala, mantuvo un inusual silencio, que fue relacionado por algunos de los asistentes -presidentes de salas del Supremo, vocales del CGPJ y otros juristas- como una señal de su probable salida del Gobierno.Durante el coloquio, Sala matizó que su poder "es compartido y no omnírnodo" y contestó a las críticas sobre el caos judicial recordando que la lentitud de la Administración de Justicia española "no es peor que la italiana o francesa". El presidente del CGPJ negó que la reestructuración de la Sala Tercera del Supremo se haya hecho para favorecer al Gobierno y, frente a comentarios recalcitrantes, recordó que la medida se adoptó por unanimidad, como la revisión de la sentencia de Zaragoza sobre el pago de las horas dedicadas al voto por los trabajadores.