Sanciones y paciencia

Sigo declarándome a favor de la estrategia original del presidente Bush en la crisis del Golfo: sanciones económicas, amenaza militar continuada y paciencia.Irak es única en su vulnerabilidad al embargo económico. El bloqueo internacional ha conseguido cortar casi el 100% de sus exportaciones (en su mayoría petróleo) y más del 90% de sus importaciones, reduciendo su PNB en un 50%.

Las sanciones económicas tienen un carácter internacional y cuentan con el apoyo de prácticamente el mundo entero. Una guerra, con o sin éxito, será considerada por la mayor parte del mundo árabe como una cruzada norteamericana. (...) ¿Qué garantías tenemos de que la guerra será breve y de que las bajas de Estados Unidos serán pocas? (...) No podemos contar con un colapso iraquí. ¿Qué garantías tenemos en cuanto a las consecuencias que traerá la guerra? Aquí se impone de la misma forma la prudencia. Los objetivos apuntados por el presidente incluyen la consecución de una estabilidad para el área del Golfo y la protección de los ciudadanos de EE UU en el extranjero.

Pensando en la ola de reacción islámica, en el antiamericanismo y el terrorismo que puede levantar una guerra fuertemente destructiva y con un número elevado de bajas árabes, resulta difícil concebir Oriente Próximo como una región estable donde los norteamericanos puedan encontrarse seguros.

13 de enero