Adiós al 'hombre mejor'

"La manipulación de los seres vivos va a tener relativamente poco efecto en la evolución", considera Francisco Ayala. "Estas técnicas van a ser muy importantes pero puramente médicas en el caso de las personas, o en la agricultura y la industria. No se va a poder hacer un hombre mejor como lo entiende la gente en el sentido de individuos más guapos, más inteligentes o más bondadosos, tanto por razones éticas como por imposibilidad técnica". Se tardará 15 o 20 años en tener la secuencia del genoma humano y tal vez 10.000 o 20.000 en entender cómo funciona, comenta el científico, que añade que, además , está el problema irresoluble de quién decidiría qué es lo que va a mejorar en el hombre. "¿Ha de ser el individuo, el gobierno o un grupo de médicos y filósofos quien tome la decisión? Hay muchos argumentos en contra de cualquiera de esta soluciones en una sociedad democrática".

En el caso de la alteración genética de plantas y animales, con la ingeniería genética se mejorarán aspectos concretos para incrementar su productividad y su impacto será grande en la agricultura y la industria, pero no tendrán impacto en las especies silvestres.

Deterioro del planeta

Respecto al deterioro acelerado del planeta, Ayala señala que la pérdida de especies, no es una novedad en la historia de la tierra, pero recuerda dos factores diferenciadores: "En la escala de la evolución ha habido épocas en que desapareció hasta el 98% de las especies en periodos que duraron de uno a 10 millones de años, mientras que ahora se están perdiendo en cuestión de años". "Además" añade, "después de cada una de estas crisis el planeta se regeneraba en un ambiente posible para que aparecieran nuevas especies, y ahora se construyen rascacielos y carreteras de asfalto, un ambiente inhabitable para la mayoría de las especies. La posibilidad de regeneración ya no existe".