Los implicados lo niegan todo

Vicente Otero, alias Terito, no ha prestado declaración ante el juez sobre estos asuntos: es uno de los huidos del juez Garzón. En cuanto a Paz Carballo y Manuel Padín, los más directamente implicados por Portabales, negaron absolutamente todo en su declaración ante el juez, incluido el mero conocimiento fisico de Ricardo Portabales. Lo mismo hicieron casi todos los detenidos, con curiosa unanimidad, que la fiscalía anti-droga sólo se explica por la ruptura de la incomunicación en los primeros días de estancia en la prisión de alta seguridad de Alcalá-Meco.Todo el sumario 13/90 está repleto de relatos como los reflejados aquí, que constituyen el núcleo central de las declaraciones de Ricardo Portabales. Algunos de ellos son claros y terminantes; otros, muy confusos. Y a algunos de los principales detenidos ni siquiera les conoce. Confiesa, por ejemplo, no haber trabajado nunca para José Ramón Prado Bugallo, alias Sito Miñanco: en el sumario hay pocos indicios atribuidos a este último, lo cual explica, probablemente, sus protestas de inocencia ante las autoridades judiciales.

Esas declaraciones de Portabales constituyen la base sobre la cual se ha abierto la causa y se han producido la mayor parte de las detenciones. La fiscalía anti-droga y el juez Garzón conceden verosimilitud al testimonio, al menos con carácter de indicio.

La gran duda es si algo de esto podrá probarse en un juicio, porque el sumario no recoge aún más prueba concluyente que las declaraciones de Portabales, parcialmente apoyadas por diligencias policiales que confirman fechas y hechos, así como declaraciones de testigos sobre algunos extremos.