Los buscadores de récords se citan en Sestrieres

Los mejores velocistas mundiales, a excepción del estadounidense Carl Lewis, participarán desde mañana en una reunión de atletismo en Sestrieres (Italia). El nuevo complejo deportivo de esta ciudad, a 2.000 metros sobre el nivel del mar y con una pista cuya superficie ha sido muy elogiada, es el marco ideal para intentar batir los récords mundiales en las pruebas que exigen esfuerzos cortos.Descartado por un desgarro muscular Lewis, que, una vez más, se proponía batir la legendaria plusmarca de salto de longitud de su compatriota Bob Beamon (8,90 metros, en los Juegos Olímpicos de México 68), el interés se dirige al también norteamericano Leroy Burrell, que correrá el hectómetro con la idea de superar precisamente la marca de su amigo Lewis (9,92 segundos). En los 200 destaca la inscripción de otro estadounidense, Michael Johnson, que este año se quedó en Edimburgo (Escocia), con 19,85, a 13 centésimas de segundo del récord mundial, en posesión del italiano Pietro Mennea.

Las instalaciones de Sestrieres sólo tienen un defecto a menudo, sobre todo por la tarde, sopla un fuerte viento. Para intentar resolver este problema, los organizadores han dispuesto en un lateral de la pista un gran panel, de 62 metros de base y 19 de altura, destinado a amortiguar los efectos del aire.