El Vaticano sólo deja a los teólogos el papel de comparsa, según Tamayo

Juan José Tamayo, secretario de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, manifestó ayer que la instrucción preparada por la Congregación para la Doctrina de la Fe "le deja un único papel al teólogo: el de ser la clac del magisterio eclesiástico". De esta manera respondía Tamayo al documento elaborado por el dicasterio romano del que es prefecto el cardenal Joseph Ratzinger y presentado el pasado martes, en el que se afirma que "los teólogos no tienen derecho a disentir, y en todo caso, no deben comunicar su disconformidad a la opinión pública".

Tamayo añadió que "si algo caracteriza al cristiano es que el acto de fe abre la puerta a disentir en determinados planteamientos". Para el secretario de la Asociación Juan XXIII, el documento de Ratzinger "impone una obediencia al teólogo en temas que no son verdades cerradas".La instrucción de la Congregación para la Doctrina de la Fe supone, a juicio de Tamayo, una pérdida de credibilidad de la Iglesia, aunque, agregó, que era la plasmación sobre el papel de la línea que el Vaticano viene aplicando en los últimos años.

Otros teólogos consultados por este diario prefirieron no pronunciarse públicamente al respecto. "Lo mejor es no hacer caso, porque así caerá en saco roto, como ha sucedido con otros documentos", declaró uno de ellos.

Todos estos teólogos coincideron en considerar el texto de Ratzinger como una respuesta a la Declaración de Colonia, hecha pública en enero del año pasado y suscrita inicialmente por 170 profesores alemanes. La citada declaración criticaba el sistema de nombramientos de obispos, así como las medidas disciplinarias a teólogos.

El documento del dicasterio del que es prefecto Ratzinger ha causado, no obstante, reacciones diversas. Los obispos progresistas brasileños, informa Efe, afirmaron desconocer el texto, mientras que el arzobispo de Río de Janeiro, Luis Eugenio Sales -considerado conservador-, lo calificó de "positivo".