Recordando a Ornette

Association Urbanetique han elegido un nombre que suena a francés, con el consiguiente repeluco, porque en seguida nos viene el recuerdo de un grupo de nuestro país vecino llamado Urban Sax, que hacían de la provocación su reclamo.Association Urbanetique, quizá por ser alemanes y no franceses, son más modosos y serios.

La parte que reservan al espectáculo extramusical se reduce a unos pintorescos gorrito y sombrerazo que lucen dos de sus componentes.

Provienen de Berlín, ciudad de moda en todo el mundo, pero no se puede decir que aprovechen ningún filón comercial, sino que por el contrario abrazan uno de los estilos de jazz más ingratos y severos: el que creó Ornette Coleman a partir de la costilla de Charlie Parker y que se conoce normalmente como free jazz, y que ha resultado ser una de las músicas más rigurosas y apasionantes de nuestro siglo.

Association Urbanetique es un grupo lleno de buenos detalles. Conforman una verdadera asociación, se conocen, se entienden y comparten gustos. Después tienen la delicadeza de montar un repertorio basado en composiciones propias, que no exploran alocadamente espacios que desconocen, sino que se afianzan en sonidos que aman y respetan. Además los cuatro músicos que lo integran son competentes, comedidos y sobrios.

Rainer Brennecke hace el papel que Don Cherry desempeñaba en el cuarteto de Ornette Coleman, rellena huecos oportunamente y ejecuta solos expresivos y llenos de contención.

Horst Nonnenmacher parte de Charlie Mingus para, en un viaje suave y sin sobresaltos, llegar a Charlie Haden; crea tensión rítmica sin recurrir a tirones que rompen la fina cuerda del swing.

Rainer Robben es un estudioso de los sonidos que hicieron reconocibles a los baterías del free jazz, y los utiliza con instinto y gusto.

El más detallista es Felix Wahnshuffle. Ha adoptado un instrumento que hizo célebre en los años veinte Frankie Trumbatier: el saxofón melódico en do, que está viviendo una segunda juventud en manos de músicos jóvenes, como Pranford Marsalis o Donald Harrison.

Es un instrumento de sonido menos áspero que el saxo tenor, pero que también parece adecuado para la música dura.