Nuestra gente brillante
La gente brillante de nuestro país es una verdadera maravilla. No hay nada más que oírlos hablar en las tertulias de la tele o de la radio, y leer las entrevistas de periódicos y revistas. Todos son demócratas de toda la vida -que es lo que se lleva, naturalmente-, no son racistas, comprenden a los ancianos, son generosos y solidarios, todos llevarían a sus hijos al colegio en caso deque hubiera otro niño con sida, están siempre a favor del que sufre, del marginado; cumplen con Hacienda -faltaría más- y, por si fuera poco, han leído a los clásicos. ¡No nos los merecemos! Da envidia tanta perfección
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