La CE debate una unión europea con una cara monetaria y otra política

Los ministros de Exteriores de la CE, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo elaboran sendos proyectos de la unión política que los jefes de Estado y de Goierno debatirán en la cumbre de Dublín los días 25 y 26 de junio. La reforma institucional y la transferencia de soberanía a la CE en materia de política exterior y seguridad son el eje para reforzar el "papel internacional y la legitimidad democrática de la unión". En una primera fase transitoria, la reforma añadirá en paralelo a la actual CE dos nuevas caras: una monetaria y otra política.

El Consejo Europeo de jefes de Estado y de Gobierno, con un presidente elegido por dos o tres años, se perfila como la Institución cumbre de una Comunidad que, a partir de 1993, se propone añadir a sus; actuales competencias capacidad de decisión en materia monetaria y política. La actual presidencia de turno de la CE, asumida cada semestre por un país miembro, quedaría reducida al papel de vicepresidencia de un Consejo Europeo reforzado. Las posiciones en materia de política exterior y de seguridad de los Doce serían asumidas por unanimidad o a lo sumo con la abstención de uno o dos Estados miembros, matiz que no comparte la neutral Irlanda. Éste es en síntesis el proyecto de reforma institucional que el pleno de la Comisión Europea debatió ayer en Bruselas en una jornada extraordinaria de reflexión. La prudencia que el presidente Jacques Delors y algunos comisarios imprimen a esta re forma, que se añadiría a la unión económica y monetaria, no aconseja profundizar en el modelo federal de convertir a la Comisión en un Gobierno europeo. La celebración de una conferencia intergubernarnental paralela para la unión política deberá, sin embargo, aprobarse en Dublín.

Más poder al Parlamento

Para aumentar las competencias del Parlamento Europeo se contempla dotarle del poder de elección del presidente de la Comisión. También se baraja reducir el número de comisarlos de 17 a 12 (uno por país), nombrados por el presidente de la Comisión de ternas propuestas por los Gobiernos. Este proyecto de moderada revisión institucional de la CE se suma al debate iniciado por los Gobiernos en cumplimiento del encargo de la cumbre Dublín 1, del 28 de abril. Las propuestas serán elevadas a Dublín 2, el 25 de junio.

El acuerdo se centra en cuatro objetivos: aumentar la legitimidad democrática de la unión, mayor eficacia de las instituciones comunitarias, acción común en la esfera internacional y principio de subsidiariedad. Este último concepto expresa la dejación de competencias a la CE en aquellos dominios donde sea más eficaz una política de conjunto. La dificultad principal radica en que el Reino Unido y Dinamarca ponen como condición no modificar los tratados. Los británicos rechazan todo intento de establecer una sola nacionalidad europea". principal ventaja de la unión política", afirma el embajador español, Carlos Westendorp, "es que ha dado por asumida la unión económica y monetaria". Apare de la propuesta franco-alemana, el pronunciamiento más claro lo constituye la carta de Felipe González al primer minístro irlandés, en su calidad de presidente de la CE. González propone añadir a la unión monetarla una política común exterior y de seguridad y la creación de la ciudadanía europea. "A España, sobre todo desde el punto de vista de integración económica, la unión polaica es lo que más nos interesa", explica un alto responsable de Exteriores.

El Parlamento Europeo debatirá mañana la unión monetaria. El miércoles acudirán al pleno el primer ministro irlandés, Charles Haughey, y el canciller (le la RFA, Helmut Kohl. Y el jueves se iniciará la preconferencia sobre la reforma institucional.