La M-40 sigue pendiente de 'morder' El Pardo o derribar tres chalés de lujo

El cierre norte de la M-40, que unirá las carreteras de La Coruña, Colmenar y Burgos, sigue a la espera de la decisión que sobre su trazado adopten las Administraciones firmantes del Plan de Accesos: Ayuntamiento, Comunidad de Madrid y Ministerio de Obras Públicas. La Comunidad prefiere que la vía pase cerca de la tapia del monte de El Pardo a costa de comerse tres chalés de lujo. El Ayuntamiento se inclina por un túnel que mordería unos metros al monte.

El definitivo trazado del tramo noroeste de la M-40, inmerso en polémica desde su primer anteproyecto por la amenaza que representa para el monte de El Pardo, está pendiente del pulso que sostienen los firmantes del Plan de Accesos.Aunque ya hay acuerdo sobre el tramo que unirá el nudo de la Zarzuela con la vía borde de Hortaleza -la carretera cruzará el monte de El Pardo en la zona conocida como Portillera del Fresno mediante un túnel-, falta por decidir por dónde transcurrirá la parte de autovía que parte de la carretera de La Coruña hacia el nudo de la Zarzuela.

La Comunidad de Madrid es partidaria de que la nueva vía transcurra paralela a la tapia del monte, pero sin llegar a tocarla. Este trazado tiene un problema: tres grandes chalés de la urbanización Monreal deberían ser expropiados y derribados. La Comunidad calcula que su expropiación y la de otras cuatro parcelas, a precios de mercado, costaría 725 millones de pesetas.

Esta alternativa, preferida por el Gobierno regional porque evitaría dar un nuevo mordisco al monte de El Pardo, le parece inviable, por su coste, al Ayuntamiento, encargado de obtener el suelo para las carreteras.

Portaaviones y cucarachas

Las tasaciones realizadas para el Ayuntamiento por Tasaciones Hipotecarlas valoran en 8.600 millones el precio de las expropiaciones. "Es como fletar un portaaviones para salvar una cucaracha", dice el concejal José Luis Garro.Ellos prefieren que la carretera se realice en la avenida de Valdemarín, pues, "aunque la obra valga mil millones más se reduciría el coste de la expropiación". Algunos de los chalés amenazados están en parcelas de hasta 25.000 metros cuadrados y uno tiene un hasta campo de golf.

El Ayuntamiento se decanta por la alternativa de construir un túnel bajo la tapia del monte. "El MOPU nos ha remitido un proyecto nuevo de esta posibilidad según el cual sólo un tercio de la nueva vía se adentraría en el monte", explica Garro.

La Comunidad de Madrid contempla una tercera opción: utilizar la actual avenida de Valdemarín. Como sus 41 metros de anchura de esta vía no permiten la construcción de una autovía con tres carriles más dos vías de servicio, propone una la construccíón de la calzada principal bajo tierra y las vías de servicio en superficie, pero separadas de tal manera que en el centro quedaría un respiradero para la vía principal. Un semitúnel similar al que se está construyendo actualmente en el segundo citurón de Barcelona.