Estancamiento a medio plazo

La avalancha de informes y declaraciones sobre la evolución de la coyuntura económica ha dejado fríos a los mercados de valores, que sólo consiguieron reaccionar cuando Wall Street apuntó una ligera subida en su apertura. Una vez más hay que llamar la atención sobre este necesario visto bueno del mercado-guía para proceder a la valoración de los acontecimientos internos. La futura reducción del coeficiente de caja es la única noticia medianamente positiva de una jornada generosa en declaraciones, aunque el hecho de situarla en un futuro más o menos cercano le ha restado impacto en unos mercados sobrados de imprecisiones. Lo único que ha quedado bastante claro es que los analistas han acertado en sus previsiones sobre los tipos de interés, lo que supone que no se van a mover en unos cuantos meses.Si los inversores consideraban en estos días que aquel que no hubiera operado en bolsa este año había ganado al menos un 14%, es fácil suponer cuál va a ser su actitud a corto plazo, ahora que las autoridades económicas han confirmado lo acertado de su decisión.

En cuanto a la sesión, lo único destacable es la pérdida por parte del sector bancario de la cota del 400%, una vez que se había situado por debajo del nivel de apertura anual. La presión del papel -en general procedente del extranjero- sobre este sector está impidiendo que se lleve a cabo la habitual operación escaparate de fin de año, aunque de esta forma van a conseguir un PER más aceptable.