En progreso
Con la creación de la nueva tarjeta individualizada de atención sanitaria con banda magnética y número de clave secreto, que podremos utilizar en cuanto el Insalud se informatice, España da un paso más en su inagotable afán de progreso, esa legítima ambición que nos ha conducido a ser el primer país occidental que expulsa a los iraníes hasta el suicidio y recibe alegremente a las rubias cucarachas alemanas.Albricias, cáspita, jolines, córcholis y cáscaras. Un número más que memorizar, un número más que añadir a todos los que guardamos en la mollera, correspondientes a nuestras diversas tarjetas de crédito. Pues dada la eficacia que nos circunda no podemos arriesgarnos a anotarlo en la agenda ni en el puño de la camisa. Sería francamente intolerable que el historial oculto de las miserias físicas que nos afligen acabara en poder de un desaprensivo. Y no me refiero sólo a los médicos. Imaginen un atraco en plena calle -donde la noche es oscura y además, en Madrid, el alcalde Sahagún sale a pasear sin pasamontañas-, manos arriba, punta de navaja, etcétera, y el chorizo que, junto con la cartera, se te lleva la tarjeta de la Seguridad Social con su clave. Si no te da tiempo a telefonear para anularla -quiero decir: si no te da tiempo a darte una sauna para luego intentar telefonear con el ánimo adecuado-, el canalla puede robarte no sólo los ahorros o la nómina recién ingresada. Se puede quedar también con tus riñones, hígado, vasos capilares, tejido muscular, aparato genital, fémures, en fin, el copón bendito. Rápidamente correría la voz y el chantaje fumigaría los rincones más privados de nuestra vida. Unos simples hongos serían objeto de mofa y befa, la dentadura postiza aterrizaría bajo el tibio sol del Rastro del domingo y no podríamos permitirnos legar los ojos al banco de ídemes para aligerar las huestes del honorable Durán.
Progresar, sí. Pero hasta cierto punto, leñe.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Sheinbaum pasará las vacaciones de Navidad en Acapulco tras dos años de Otis
George Clooney rinde homenaje a su hermana tras su muerte por cáncer: “Ada era mi heroína. Amal y yo la extrañaremos mucho”
Muere el músico británico Chris Rea a los 74 años
Larry Ellison ofrece una garantía personal de 40.400 millones de dólares para reforzar la opa de Paramount sobre Warner Bros
Lo más visto
- Lotería de Navidad 2025, en directo | 79432, el Gordo de la Lotería de Navidad
- Así te hemos contado las elecciones en Extremadura | El PP gana en Extremadura con 29 escaños, pero necesitará para gobernar a un Vox que crece
- Comprobar Lotería de Navidad 2025: consulta la pedrea con los números premiados
- Los jueces del Tribunal Penal Internacional se rebelan ante las sanciones de Trump: “No hay que ceder”
- Oona Chaplin: “Le conté a James Cameron que vivía en una cabaña en los árboles y que estaba iniciando un proyecto de permacultura con una amiga”




























































