Una bomba de relojería

San Blas tiene una población de 140.000 habitantes, de los que 106.000 superan los 16 años, y entran dentro del mundo laboral. De ese total, hay contabilizados 14.420 parados y otros 6.093 que aún no conocen un primer empleo. Un informe entregado la semana pasada al presidente regional, Joaquín Leguina, por la asociación de vecinos San Blas-Simancas, señala que la tasa de paro juvenil alcanza el 45%. La juventud del barrio se caracteriza por una muy baja cualificación profesional, y un bajo nivel educativo.

El estudio vecinal sostiene que en el distrito existen 15.000 viviendas públicas de las que la mayoría tienen una superficie comprendida entre 35 y 55 metros cuadrados. La mayoría de los jóvenes no tienen casa propia ni posibilidad de alcanzarla.

El alto índice de fracaso escolar, la desescolarización -se calcula que el 25% de los jóvenes entre 14 y 16 años no van a escuela alguna- y la falta de ocupación laboral hacen que la drogadicción se haya disparado en el barrio.

Hasta ahora, las actuaciones de la administración, tanto municipal como regional o estatal, no han dado resultados positivos. En Los últimos años, San Blas ha sido objeto de atenciones a través del Plan de Prevención de la Delincuencia y la Marginación, cuyo fracaso ha sido denunciado reiteradamente por los vecinos. La Comunidad ha realojado también a unas 80 familias gitanas de Los Focos y, últimamente, a otras 70 de los Módulos, pero su lugar es ocupado inmediatamente por otros chabolistas, por lo que el problema se regenera continuamente.

En septiembre del año pasado, la delegada del Gobierno en Madrid, Ana Tutor, anunció la puesta en marcha de un Plan Integrado de Actuación, por el que se destinaban 2.000 millones de pesetas a San Blas para mejorar los aspectos educativos, deportivos, de formación de empleo, etcétera. El nuevo concejal del distrito, Miguel Cantos, del PP, afirmó a este periódico que no sabe nada de dicho plan.