Suárez insiste en la consolidación de una alternativa al partido en el poder

Calma después de la tempestad. La campaña electoral del CDS se inició ayer en Oviedo en un clima reposado, que contrastaba con el ambiente de encrespamiento vivido en la madrugada de ayer durante la colocación de los primeros carteles electorales en Madrid. La primera impresión, tras oír al presidente del partido, Adolfo Suárez, es que la campaña del CD S va a insistir en la responsabilidad de la oposición y en la consolidación de una alternativa de gobierno mucho más que en los ataques al PSOE. Suárez abrió su mitin de Oviedo, al que acudieron unas 2.000 personas, con las siguientes palabras: "Hoy he venido ante ustedes para llenarles de ilusión".Suárez declaró ayer que durante los incidentes en la plaza de Chamberí en Madrid temió sobre todo por los asaltantes. "Mi hijo Adolfo, que es karateca, salió disparado con unos amigos, y mi mayor preocupación fue que no se contestara al ataque con la violencia".

El presidente del CDS, no obstante, no eludió algunos ataques al PSOE, "que mintió en la campaña anterior". Aseguró también que iba a evitar cualquier tipo de enfrentamiento dialéctico con Alfonso Guerra, a quien, dijo, quería borrar "de su mapa de alusiones". Suárez predijo que el CDS podría obtener "entre 25 y 30 escaños al día de hoy. Nuestra travesía del desierto terminó hace algunos años".

Ayer permanecían detenidos por los incidentes de la plaza de Chamberí Humberto Pellegrini Quartentotti (de la RFA); Ignacio Alonso García (de Guinea Ecuatorial) y los españoles Alfonso Ruiz de Castro, Rafael Emilio Palencia Mochales, Daniel García de la Cruz, Pedro Antonio Cabrero Ruiz y David Antonio de la Barba Palacio.