Jessye Norman

, Nacida en Augusta (Georgia, EE UU) hace 43 años, Jessye Norman, que actuará hoy en Madrid en el Auditorio Nacional, y pasado mañana en el Palau de la Música de Barcelona, es ya un gran personaje en la historia de la interpretación vocal. En directo su estilo impresiona, y su voz adquiere dimensiones supremas en las grabaciones discográficas.

Norman viaja con una decena de maletas, que contienen vestidos de seda o partituras, junto al humidificador, la cafetera y un surtido de libros de bolsillo. En su currículo se omite la edad, pero no la fecha de su debú, hace 20 años.

En 1985, los franceses le pusieron su nombre a una orquídea. Hija de una familia de clase media, ha pasado su etapa adulta en Europa y posee una dimensión de la vida cosmopolita: habla francés y alemán, vive en Londres y viaja continuamente -ella ha llamado a sus habituales dos vuelos a la semana "ir al trabajo".

Tiene fama de controlar hasta el límite todos los detalles de su carrera y desde que empezó sólo ha cantado aquellos papeles con los que se identifica vocal y emocionalmente. Dijo a Los Angeles Times: "Tengo que ser muy consciente de que si quiero culminar mi carrera he de ser responsable de mi propia pervivencia. Uno tiene que comprender, y resulta dificil, que un gran componente de comercialidad envuelve a la música, y que si te quedas rezagada, la gente simplemente tomará tu relevo en la persona más próxima utilizable".

Su repertorio es muy variado, mezcla de autores románticos franceses y alemanes y música contemporánea. Ha trabajado con Bob Wilson y grabado negros espirituales y canciones de Broadway. Su voz se ha escuchado en distintas manifestaciones sociales, desde conciertos a beneficio de la investigación del SIDA, o antinucleares, hasta encuentros pop, como el de homenaje a Nelson Mandela.

Rechaza las críticas que hablan de su grosor como impedimento para actuar en papeles que requieran movilidad escénica. Tiene un rostro de profunda fuerza africana. Gran diva, en la mitología griega filtrada por la ópera ha encontrado a sus heroínas favoritas: Ariadne, Alceste, Medea, Casandra, Helena de Troya o Dido.